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Roca Narieda: Vía "Cafè, copa i puro" (350m, 6a)

Para empezar el puente con buen pie nos vamos a la Roca Narieda, en pleno prepirineo catalán. Vías largas, cara sur ideal para estos días cortos y fríos y caliza tumbada para no maltratar antebrazos.



8 Diciembre 2011

Comenzamos la aproximación prácticamente de noche y con el suelo todavía congelado. Gabi y Pat encuentran rápidamente su “Postre de Music”, nosotros tenemos que recular un poco y achinar los ojos para descubrir el spit y el clavo que aseguran los primeros metros de nuestra vía.

L1 (5b, 45m): dejamos pasar a Ove y Robert, justo en el momento en que nos golpean los primeros rayos de sol.



El largo se les hace corto y montan reunión en algún punto entre la R1 y la R2.



Perfecto para que nosotros montemos en la R1 que marcan los croquis, mientras las cordadas que han llegado detrás están eligiendo vía.



L2 y L3 (5b, 40m): empalmamos largos mientras seguimos con algo de desfase espacio-temporal con Ove y Robert. Ellos montan su segunda reunión entre la R3 y la R4 y nosotros en el precioso puente de roca doble de la R3 de los croquis. ¿Ojos que lloran?



L4 y L5 (5c, 55m): un paso más vertical (quizás no tanto como para ser 5c) y luego con ligera tendencia a derechas hasta llegar a la R5 donde por fin coincidimos con nuestros compañeros.

Yóland llegando a la R5:



Las cordadas que han llegado más tarde, nos adelantan por la derecha, en ensamble, por terreno matojero y con mucha piedra suelta.

L6 (5a, 40m): uno de los largos feos de la vía. Corto muro para salir directamente a unas gradas atestadas de piedra suelta y montar reunión en un árbol.

La R5 desde la travesía de inicio del L6.



L7 (5c, 35m): y ahora uno de los largos bonitos de la vía.



Travesía a derechas con muy buena roca y que exige moverse en adherencia.



A Yolanda se le atraganta la travesía. Después del tiempo perdido y estudiando los croquis, decidimos que nos escaquearemos en el L12 y evitaremos la travesía del L13.

L8 y L9 (5b, 55m): no queremos que se nos haga de noche y volvemos a empalmar largos. Rampa fácil, cinta larga en la R8 y bonita travesía a izquierdas para superar los techos que nos llevan a la R9.

L10 (4c, 40m): un 4c que no llegará a III+, con buena roca, multitud de puentes de roca y cantos como para llenar un capítulo entero de la Enciclopedia de Grandes Cazos del Siglo XXI.

L11 (5c, 40m): junto con el L7, otro de los largos bonitos. Muro con buenísima roca, equipado con puentes de roca y donde vendrá bien colocar alguna que otra pieza. Reunión en una repisa con árboles bajo el temido muro de 6a.

Ove, venido directamente de la lejana Noruega, disfrutando de la roca caliente del Alt Urgell.



Su L12 (6a) le hace resoplar, aunque se ve algo más equipado que mi variante de escape.

L12 (6a, 20m): seguir la evidente fisura vertical que sale junto a la reunión. Antes de llegar al cintajo del puente de roca, coso el asunto con tres empotradores (alguno aguantará) y me agarro indignamente al cintajo.



Después, un friend del nº1, un par de cordinos en puentes de roca y salgo hacia la izquierda por una zona más fácil pero con grandes bloques que se mueven (ojo!). Reunión en la misma arista que nos lleva a la cumbre.



Plegamos cuerdas y nos vamos para arriba. Alguna trepada de IIº antes de llegar a la cumbre, donde nos esperan Pat y Gabi, muy contentos con su escalada.



Comenzamos el descenso hacia el collado, mirando de reojo a Robert y Ove, que ya han salido de la vía y no tardarán en alcanzarnos.

Cuerdas fijas, pedreras, hitos y destrepes en un descenso largo y entretenido.



El sol se esconde y la luna se asoma



y las tres cordadas llegamos a los coches justo antes de que se haga de noche y el hielo cubra el asfalto.



Croquis buenos (buenísimos) en el blog de Xavi y en el de los Escalatroncs.

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