Si ayer el despertador sonó a las 6:00, hoy nos levantamos a las 5:30. Todo sea por comenzar con la temporada de hielo.
30 Enero 2013
Poco antes de las 8:00 dejamos el coche en el parking de Caldes de Boí. A partir de aquí, carretera cortada y aproximación muy cómoda con esquís (40 minutos hasta pie de cascadas).
Vamos a la zona de Roques Negres. Antes de llegar a la presa hay que desviarse a la derecha y cruzar el río. Nieve profunda y poco transformada.
De las cascadas que hay en la zona, elegimos la central.
Blín estudiando el panorama.
Primeros metros. Hielo fino sobre roca compacta.
Un poco a la derecha, buscando mejor hielo y más espesor.
Pero la cosa no está para echar cohetes y toca pelear con seguros precarios, nieve suelta y placas compactas de roca.
Vistazo general de la parte superior. Blín saneando nieve.
Reunión equipada algo a la izquierda de la cascada. Pequeña travesía en roca para llegar a ella.
Visto el panorama, Harkaitz y yo nos conformamos con escalar en “top-rope”.
Antes de la travesía final.
Desmontamos el chiringuito y nos vamos hacia las cascadas que hay a la derecha, esperando encontrar alguna “perita en dulce”.
Doble muro vertical, con buenas posibilidades pero algo fino de hielo.
Algo a la izquierda, encontramos nuestra perita en dulce: cascada “La Pera d’or”, junto a las espectaculares formaciones de Mutant y Beirut.
Se puede colocar la cuerda por arriba en un árbol y disfrutar de unos metros de hielo compacto y vertical.
A la izquierda, las espadas de hielo ya chorrean algo de agua, pero estamos fuera de su línea de caída.
En el segundo pegue, Blín se anima con la columna vertical de la izquieda. Algo así como grado 4+/5.
Vistazo general de “La pera d’or” (grado 4?).
Ya de vuelta al coche, un grupo de cuatro personas se entretiene en la primera cascada que hemos hecho.
Marcado con un círculo el lugar donde se encuentra la reunión equipada.
Volvemos a cruzar el río, y a lomos de nuestros esquís, en 8 minutos llegamos al coche. Otra vez llegaremos a clase casi sin comer pero con una sonrisa en la cara.
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Estaciones fantasma. Parte 2: Vall de Filià
Siendo mi cumpleaños, con buena meteo y la nieve a 25 minutos de casa, estaba cantado que había que levantarse a las 6:00 de la mañana y salir a foquear.
29 Enero 2013
Esto de ir sólo al monte aglutina cierto gustirrinín, bastantes dosis de preparación previa y algo de compromiso extra.
No está de más combinar el estudio de la meteo y la nivología existente con herramientas tan útiles como la cartografía de aludes del ICC. Con un poco de imaginación encontraremos los recorridos con menor “riesgo aparente”.
En la escala europea, el riesgo era 3, incluso 4 conforme nos vamos al norte y al valle de Arán. Estos días ha soplado fuerte de norte y hay numerosas placas en cara Sur. Las caras norte están bastante estables y las aristas y lomas peladas de nieve. Iré hacia la vall de Filià y en función de las condiciones decidiré.
A las 7:00 comienzo a andar por la pista que sale a la izquierda un poco antes de llegar a Cabdella. De noche y sin frontal, toca portear 2 minutos hasta que la nieve en la pista ya es continua.
Las luces de Cabdella 1.400 metros por debajo de la cumbre del Montsent de Pallars.
Amanece en el Pic de l’Espada.
Por delante, la pista pierde pendiente y me adentro en el suave valle de Filià.
En cara Sur, algún alud ya ha caído (por cierto, marcado en rojo oscuro en la cartografía de aludes).
Siguiendo el trazado de una pista de esquí nunca inagurada, llego al desvío del Estany de Filià.
De momento, poca nieve (hasta asomaba la hierba) y bastante frío.
Mientras subo hacia el Estany, me topo con la estructura de recepción del telecabina que vendría desde Espui. No sé por qué pero me recuerda a ciertos engendros de Star Wars:
Aquí ya he pasado de largo el estany. Se va cómodo por las pistas de esquí. Tres dedos de hielo y las hierbas asomando.
Ya es hora de definir objetivos. Pensaba ir hacia el Tossal de la Costa, pero el Tossal d’Astell (o Tossal de Calma) es más alto y parece más asequible.
Foqueo hasta la mitad de la canal que lleva al Portarró y desde aquí, con esquís en la mochila hasta la cumbre.
A la izquierda, el Tossal de la Costa tiene buena pinta. Pero no es plan de buscarse problemas yendo sólo.
Además esas palas de la cara Sur guardan placas inestables y ciertos aludes recientes.
Vistazo general de la esquiada que tiene ese pico.
Y hacia atrás, el Montsent de Pallars y abajo a la izquierda, el valle por el que he venido.
Desde aquí, la estación abandonada parece un Lego de mal gusto.
Por terreno roto y con piedra suelta llego a la cima sobre las 11 de la mañana. Tossal d’Astell (2.624 m)
El Puig Falcó y los remontes de la estación de Boí-Taüll.
El Turbón bien cargadito de nieve.
Incluso Montserrat se ve desde aquí.
La cumbre no está muy concurrida hoy...
A la bajada continúo andando hasta el Portarró y durante la primera mitad de la canal. Calzo esquís y unas nubes traicioneras me quitan el sol y cierta visibilidad. Esquí de supervivencia (zonas duras y zonas con costra) hasta llegar a las pistas abandonadas.
Aquí la cosa mejora, y se pueden trazar buenos giros sobre el hielo con hierba. El mamotreto nos instruye: “La estupidez humana no tiene límites” (en catalán en la foto):
Bajada comodísima por la pista forestal hasta quedarme a 2 minutos del coche.
Son las 12:30 y estoy muy contento con mi regalo de cumpleaños. Unos 1.300 metros de desnivel por una zona solitaria y que coincide en parte del recorrido con el Open de la Vall Fosca de este año.
Hasta pronto!
Mapa de la zona:
29 Enero 2013
Esto de ir sólo al monte aglutina cierto gustirrinín, bastantes dosis de preparación previa y algo de compromiso extra.
No está de más combinar el estudio de la meteo y la nivología existente con herramientas tan útiles como la cartografía de aludes del ICC. Con un poco de imaginación encontraremos los recorridos con menor “riesgo aparente”.
En la escala europea, el riesgo era 3, incluso 4 conforme nos vamos al norte y al valle de Arán. Estos días ha soplado fuerte de norte y hay numerosas placas en cara Sur. Las caras norte están bastante estables y las aristas y lomas peladas de nieve. Iré hacia la vall de Filià y en función de las condiciones decidiré.
A las 7:00 comienzo a andar por la pista que sale a la izquierda un poco antes de llegar a Cabdella. De noche y sin frontal, toca portear 2 minutos hasta que la nieve en la pista ya es continua.
Las luces de Cabdella 1.400 metros por debajo de la cumbre del Montsent de Pallars.
Amanece en el Pic de l’Espada.
Por delante, la pista pierde pendiente y me adentro en el suave valle de Filià.
En cara Sur, algún alud ya ha caído (por cierto, marcado en rojo oscuro en la cartografía de aludes).
Siguiendo el trazado de una pista de esquí nunca inagurada, llego al desvío del Estany de Filià.
De momento, poca nieve (hasta asomaba la hierba) y bastante frío.
Mientras subo hacia el Estany, me topo con la estructura de recepción del telecabina que vendría desde Espui. No sé por qué pero me recuerda a ciertos engendros de Star Wars:
Aquí ya he pasado de largo el estany. Se va cómodo por las pistas de esquí. Tres dedos de hielo y las hierbas asomando.
Ya es hora de definir objetivos. Pensaba ir hacia el Tossal de la Costa, pero el Tossal d’Astell (o Tossal de Calma) es más alto y parece más asequible.
Foqueo hasta la mitad de la canal que lleva al Portarró y desde aquí, con esquís en la mochila hasta la cumbre.
A la izquierda, el Tossal de la Costa tiene buena pinta. Pero no es plan de buscarse problemas yendo sólo.
Además esas palas de la cara Sur guardan placas inestables y ciertos aludes recientes.
Vistazo general de la esquiada que tiene ese pico.
Y hacia atrás, el Montsent de Pallars y abajo a la izquierda, el valle por el que he venido.
Desde aquí, la estación abandonada parece un Lego de mal gusto.
Por terreno roto y con piedra suelta llego a la cima sobre las 11 de la mañana. Tossal d’Astell (2.624 m)
El Puig Falcó y los remontes de la estación de Boí-Taüll.
El Turbón bien cargadito de nieve.
Incluso Montserrat se ve desde aquí.
La cumbre no está muy concurrida hoy...
A la bajada continúo andando hasta el Portarró y durante la primera mitad de la canal. Calzo esquís y unas nubes traicioneras me quitan el sol y cierta visibilidad. Esquí de supervivencia (zonas duras y zonas con costra) hasta llegar a las pistas abandonadas.
Aquí la cosa mejora, y se pueden trazar buenos giros sobre el hielo con hierba. El mamotreto nos instruye: “La estupidez humana no tiene límites” (en catalán en la foto):
Bajada comodísima por la pista forestal hasta quedarme a 2 minutos del coche.
Son las 12:30 y estoy muy contento con mi regalo de cumpleaños. Unos 1.300 metros de desnivel por una zona solitaria y que coincide en parte del recorrido con el Open de la Vall Fosca de este año.
Hasta pronto!
Mapa de la zona:
"Estaciones fantasma". Parte1: Llessui.
Este invierno tan generoso en nieves, nos ha hecho reorganizar objetivos y buscar zonas que en situaciones normales no estarían en la parrilla de salida. Buscando el poco paquete y un bajo riesgo de aludes, nos vamos en formato matinal y entresemanero a Llessui.
25 Enero 2013
Dejamos el coche en el pueblo de Llessui ya que la carretera que va hacia la antigua estación tiene algo de nieve y hielo. Porteamos hasta la base de los telesillas y comenzamos el foqueo en la pista forestal que gana metros en dirección Sur. Ayer hizo frío y viento, pero hoy el día está radiante y tranquilo.
Desde la ladera de enfrente, el pueblo de LLessui.
La zona está muy venteada, pero la pista forestal mantiene bien la nieve. Veremos hasta dónde llegamos.
Poca gente viene por aquí, y menos entresemana.
Llessui disfrazado de pueblecito suizo.
Panorámica llegando a los remontes de la parte intermedia de la estación. A la derecha el majestuoso Montsent de Pallars.
Mad Max ya es el presente.
La pala por la que pasan los remontes está demasiado venteada, así que nos vamos a la siguiente loma.
La Pica de Estats a lo Mount Hunter.
Y la pala del Monteixo también cargadita.
A punto de entrar en la loma que hemos elegido para el descenso.
La típica placa que se forma a sotavento de las cornisas.
En dirección Este, el Pic de l’Orri y la estación de Port Ainé. Se merece una foqueada ahora que el bosque está tan nevado.
Ahora ya, nos dejamos de flanqueos y ascendemos la suave loma que nos lleva al Bony d’Altars (2.413 m).
Nieve dura en esta zona donde ha venteado bastante.
Vistazo atrás. Día perfecto.
Blín quitando pieles al estilo competición ya en la divisoria con la Vall Fosca.
A nuestra derecha, la zona de Cabdella, Sallente, Colomina y el omnipresente Montsent de Pallars.
Otra vez se nos han pasado volando las horas y tenemos que apretar el culo para llegar a clase.
Buenísima nieve en los primeros metros. Entre venteada, dura y polvo.
Blín conduciendo.
Subiendo ya hemos visto que el barranco de Estanyeso no tiene mucha nieve, así que nos vamos al que desemboca en la borda de Guisarda.
Harkaitz a los mandos del telemark.
En los metros finales aparece la costra, las piedras, la hierba y la nieve primavera. Guarreando mucho se puede llegar hasta el puente.
Hasta el coche nos queda algo más de media hora de porteo por una carretera ya libre de nieve gracias a los calores de esta mañana.
Vistazo general de la esquiada.
Al final, unos 1.000 metros de desnivel en un entorno de lo más curioso.
Para terminar, un enlace a la historia de la estación de Llessui.
Y sí, habrá una parte 2 de “Estaciones Fantasmas del Pirineo”. Próximamente en tu blog favorito.
25 Enero 2013
Dejamos el coche en el pueblo de Llessui ya que la carretera que va hacia la antigua estación tiene algo de nieve y hielo. Porteamos hasta la base de los telesillas y comenzamos el foqueo en la pista forestal que gana metros en dirección Sur. Ayer hizo frío y viento, pero hoy el día está radiante y tranquilo.
Desde la ladera de enfrente, el pueblo de LLessui.
La zona está muy venteada, pero la pista forestal mantiene bien la nieve. Veremos hasta dónde llegamos.
Poca gente viene por aquí, y menos entresemana.
Llessui disfrazado de pueblecito suizo.
Panorámica llegando a los remontes de la parte intermedia de la estación. A la derecha el majestuoso Montsent de Pallars.
Mad Max ya es el presente.
La pala por la que pasan los remontes está demasiado venteada, así que nos vamos a la siguiente loma.
La Pica de Estats a lo Mount Hunter.
Y la pala del Monteixo también cargadita.
A punto de entrar en la loma que hemos elegido para el descenso.
La típica placa que se forma a sotavento de las cornisas.
En dirección Este, el Pic de l’Orri y la estación de Port Ainé. Se merece una foqueada ahora que el bosque está tan nevado.
Ahora ya, nos dejamos de flanqueos y ascendemos la suave loma que nos lleva al Bony d’Altars (2.413 m).
Nieve dura en esta zona donde ha venteado bastante.
Vistazo atrás. Día perfecto.
Blín quitando pieles al estilo competición ya en la divisoria con la Vall Fosca.
A nuestra derecha, la zona de Cabdella, Sallente, Colomina y el omnipresente Montsent de Pallars.
Otra vez se nos han pasado volando las horas y tenemos que apretar el culo para llegar a clase.
Buenísima nieve en los primeros metros. Entre venteada, dura y polvo.
Blín conduciendo.
Subiendo ya hemos visto que el barranco de Estanyeso no tiene mucha nieve, así que nos vamos al que desemboca en la borda de Guisarda.
Harkaitz a los mandos del telemark.
En los metros finales aparece la costra, las piedras, la hierba y la nieve primavera. Guarreando mucho se puede llegar hasta el puente.
Hasta el coche nos queda algo más de media hora de porteo por una carretera ya libre de nieve gracias a los calores de esta mañana.
Vistazo general de la esquiada.
Al final, unos 1.000 metros de desnivel en un entorno de lo más curioso.
Para terminar, un enlace a la historia de la estación de Llessui.
Y sí, habrá una parte 2 de “Estaciones Fantasmas del Pirineo”. Próximamente en tu blog favorito.