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Els Ports: vía "Superman" (IV+, 100m) e intento a les Gronses

Aprovechando el puente nos vamos de nuevo a la comarca dels Ports, a saldar cuentas pendientes.



1 Noviembre 2013

Llegamos a la hora de comer, aun hace calor y la vía "Superman" es cortita y está a la sombra. Repasamos croquis y nos vamos por la vira diagonal hasta el hito que marca la R0.



Que no son más que unos cordinos y cintajos viejos que no conviene utilizar.



Yolanda en la cómoda repisa, con el hito a su izquierda.



L1 (IV): seguir la línea que marcan un par de puentes de roca equipados con cordino. Roca rota. Antes de chapar el primer puente de roca, rompo un pie y me llevo el primer sustete del día.

Reunión equipada, algo a la izquierda. Un par de cabras se pasean por la arista y nos regalan una pequeña lluvia de piedras.

L2 (IV+): desde la reunión salir algo a la derecha, buscando lo fácil y buscando los seguros. No hay posibilidad de protegerse y aun no he visto el parabolt.



Finalmente lo localizo así como a las afueras de Cuenca, al final de una vira inclinada con tendencias izquierdistas. Para ir calmando nervios laceo una roca. Un seguro psicotrópico más que otra cosa.



Ya en el parabolt, me permito hasta tirar fotos.



Las Roques de Benet recibiendo los rayos de sol de la tarde.



Después del parabolt, hay que buscar un mini-diedro-cueva que queda a la izquierda. Al ser conglomerado los pasos son difíciles de asegurar, y llego a echar de menos algún tricam que nunca he tenido.

Yolanda saliendo del pasito de diedro-cueva.



L3 (III): el último largo tiene una pinta de lo más cutre. Desde la reunión me dirijo hacia unas sabinas que hay que lacear.



Más arriba, una pequeña canal, cortos resaltes y repisas con miles de piedras sueltas, nos llevan a la R3. La reunión no es rapelable, así que paso la cuerda por los cordinos y destrepo éste último largo. Le digo a Yolanda que no vale la pena que suba.

Rapelaremos de la R2 a la R1...



...y de la R1 al suelo, que se nos había olvidado un cordino en la R0. Según dicen se puede bajar andando desde la R3 siguiendo la cresta.



Con las últimas luces del día, recogemos las cosas y nos vamos hacia el coche, que está apenas a 10 minutos de aquí.



Una de las peores vías que hemos hecho últimamente, con mala roca, poco mantenida y nada agradecida. Lo único bueno, el paisaje y la tranquilidad.

Restricciones de Diciembre a Agosto.



2 Noviembre 2013

Pasamos buena noche en la zona de acampada y nos vamos a por el objetivo del fin de semana, que lo de ayer era "de relleno": La Cresta de les Gronses.

Ya hemos perdido la cuenta de los intentos que llevamos. Siempre la mala meteo (o fortísimo viento o lluvia) no nos ha dejado ni iniciar la aproximación, hoy parece que es el día bueno.

Llevamos pies de gato para el primer muro (20m, IV+) y la verdad que vienen bien. Un par de parabolts protegen los primeros metros, pero hay que escalar y la roca no es demasiado adherente.



Después se puede lacear una sabina y en la última parte, otro parabolt protege el paso.



Por delante, una cordada en el largo clave de la arista. Una panza de V+, casi riglera y equipada.



Un servidor, bajo el "crunch" (o era "crux"?) del día.



Al final, acerando un poco se supera la doble panza y se gana la aérea arista. Hemos sufrido un poco, pero ya hemos pasado lo más duro.

Los de delante nos ha dejado una cinta expres y un cintajo largo para acerar a plena satisfacción. Cuando los alcancemos, se lo devolveremos.



En eso, que los acontecimientos se aceleran de manera inesperada. En pleno cambio de pie de gato a zapatilla, un mal gesto de coordinación motora primaria hace que la zapatilla se precipite sin remedio hasta las profundidades de la arista, allí donde solo las sabinas y jabalises pueden habitar.

Después de ver volar otra zapatilla en Peña Rueba, es una pena que nos estemos acostumbrando a la situación. Abandonamos un cordino en una sabina cercana, y tiramos un rápel de 60 metros a la zona de impacto. Diez minutos de olfateo bastan para recuperarla.

Ya no hay ganas de escalar. Ni de acerar. Ni de intentar más veces la maldita cresta.

Nos vamos hacia la zona dels Estrets a ver si vemos a la cordada de delante, para devolverles el material.

Pero lo único que encontramos son humanos paseando, otros escalando, otros en bici y bichejos tomando el sol.



Ya no sé si volveremos a por esa cresta que siempre se nos queda entre los dientes como un molesto "paluego"....

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