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Castor&Pollux (parte 1): de St. Jacques al refugio Guide d'Ayas

Casi siempre que pensamos en los Alpes, acabamos en la parte italiana atraídos por el buen trato de la gente, los precios ajustados, las facilidades en la reserva de refugios y la gran variedad de montañas por conocer. El Castor era uno de esos planes pendientes durante años, si lo combinamos con el Pollux y hacemos una circular de tres días saliendo desde el fondo del valle y sin coger teleféricos, nos queda una actividad preciosa, con grandes desniveles y variedad de paisajes.

Para el primer día, tenemos unos 1700m de desnivel hasta el refugio Guide d' Ayas, remontando un valle espectacular. Hay servicio de 4x4 que te sube hasta el Pian de Véraz Inferior(2.050 m) y al Superior (2.350 m), pero vale la pena salir caminando desde St. Jacques (1.689 m).



4 Agosto 2019

Ayer dormimos en el área de caravanas de la parte norte de Champoluc, tras un viaje de 15 horas non-stop desde Valencia. Por la mañana movemos la furgoneta hasta el fondo del valle y aparcamos en St. Jacques. Hemos tenido suerte y encontramos aparcamiento gratuito y legal. Id con ojo porque a la vuelta vimos algunos coches multados.



Cartelitos en las afueras del pueblo. El menú para hoy es seguir el sendero 7, unas 6 horas hasta el refugio Guide d'Ayas, pasando por el Lago Blu y el refugio Mezzalama.



Bellos bosques de alerces y poquita gente por los senderos.





Ya estamos en el Pian di Verra Inferiore (2.050 m), un llanazo con vistas, vacas y algunas casas. Al fondo asoma el Pollux y los cuatromiles que lo rodean.



Tirando de zoom, en la parte inferior derecha, brilla el refugio Guide de Ayas, junto al glaciar di Verra y bajo la Roccia Nera (4.075 m). Ahí tenemos que llegar hoy.



Seguimos ganando metros, superamos la línea de bosque y rodeamos el precioso Lago Blu (2.219 m).



Después del lago, nos montamos en la morrena lateral del glaciar de Verra, camino del refugio Mezzalama.



Vistazo atrás.



Alpinistorros oteando.



Achinando los ojos podemos ver los dos refugios de hoy: el Mezzalama a la izquierda, bajo el glaciar, y el Guide d'Ayas en la esquina superior derecha.



Y más a la derecha, el Castor (4.221 m) con varios alpinistas en el paso clave de la rimaya. Hoy era el día bueno para ir a cima, pero la agenda nunca suele cuadrar con la meteo.



Seguimos para arriba.



La subida al Mezzalama es espectacular, con todo el valle de Ayas por detrás.



Imposible perder el sendero nº7, está todo muy marcado con hitos, pintura, carteles...



Refugio Mezzalama (3.004 m) a la hora del almuerzo. Hasta aquí sube mucha gente a pasar la mañana y disfrutar de las vistas. Familias, senderistas, trail runners de esos...



Paramos a comer a la sombra y salimos hacia el Guide d'Ayas, nos quedan unos 400m de desnivel para rematar el día.



Mezzalama (no confundir con Mozzarella), territorio de carreras míticas del esquí de montaña.



Ya por encima de los 3000m de altitud, entramos de lleno en paisaje de alta montaña: sólo roca, hielo y nieve.



El sendero ya no es tan cómodo como antes y aparecen los primeros neveros. El refugio Guide d'Ayas asoma en la punta central de la foto.



Atravesamos ese glaciar terminal...



...y remontamos unos canchales incómodos.



Los últimos 50 metros de desnivel hasta el refugio están equipados con pasamanos y escaleras de madera.



Por fin, en el refugio Guide d'Ayas (3.420 m). Unas 6 horas desde que salimos del coche, contando paradas. Maica, Rubén, Gabi y yo.



Muy buen ambiente en el refugio. La reserva la hicimos sin problemas unos 4-5 días antes de llegar. Se toman nota de nuestros nombres y nos dan a elegir entre pasta o sopa para cenar. Justo ahora, casi todo el personal del refugio está viendo las motos en directo, con el típico pique entre Rossi y Márquez. Nos invitan a entrar a la cocina a verlo, la clave de entrada es "Forza Valentino!"...pero bueno, no somos muy de motos nosotros.



El exterior del refugio, enclavado en un promontorio de roca junto al glaciar de Véraz.







Hemos tenido suerte y nos ha tocado una habitación para nosotros 4.



Durante la cena compartimos mesa con Francesco Ratti (de la compañía de guías de Cervinia) y sus clientes, un italiano que habla perfectamente español y su pareja argentina. Conversación muy agradable y cena amenizada por los guardas con gritos de "Viva la revolución!" y chupitos de génépi al ir a pagar. Francesco también habla muy bien el castellano, así que si necesitáis un guía local, ya sabéis.

Después de cenar salimos a tomar el fresco, mientras se empiezan a formar nieblas en el valle de Ayas.



Vistazo al Monviso, vaya recuerdos de aquella ascensión.



Y el Monviso con zoom.



Nos vamos a dormir, mañana nos espera el día grande del viaje, con la ascensión del Pollux y el Castor y una previsión de meteo que no es tan buena como la de hoy. Veremos qué tal nos va...

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