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Mont Pelvoux (3.943 m.) por el corredor Coolidge

Según nuestro planing oficial, ahora venía lo de irse a La Grave y subir alguno de los picos de la Meije. Pero mi tobillo no está al 100% y los 1.788 metros de desnivel hasta el refugio del Aigle son demasiados metros.

Sin movernos de Ailefroide, tenemos una montaña que nos enamoró mientras subíamos al Dôme.



Para esta montaña repetiremos algunas cosas que nos fueron bien y cambiaremos otras que no nos fueron tan bien.

Para empezar, telefonazo al refugio de Pelvoux. Por 9 € la noche, nos olvidamos de subir saco, tienda y esterilla.

Y además, un pequeño cambio de estrategia: nos vamos en zapatillas al refu, me subo las botas semis en vez coger las rígidas, la mochila de 55 litros en vez de la de 32 litros y Yolanda rescatará un bastón telescópico que había perdido por el maletero. A ver si así bajamos en mejores condiciones...

1 Julio 2011

Aparcamos al final del camping en la cota 1.514, nos quedan casi 1.200 metros de desnivel que pensamos hacer con calma.



Buen sendero que remonta el torrente de Celse Nière por su margen izquierda. Al otro lado del torrente, la cascada de Clapouse.



A partir del cruce con el refugio de Sélé



la cosa se pone seria. Si estuviéramos en un Tour de Francia pondría eso de “Inicio de Puerto”. 700 metros de desnivel que se hacen más rápido y mejor de lo que pensábamos.



Una parada en los últimos árboles de la subida



y a seguir ganando metros



por un sendero geométricamente perfecto.



Después de destrozar horarios en el Dôme (por lo lentos que íbamos), al refugio del Pelvoux hemos llegado en 3 horas, cuando la guía marcaba 3h30m para llegar!



Nos merecemos una siesta en el segundo mejor solarium del mundo.



Con vistas directas a la cara Norte del Viso (o Monviso como lo llaman allí) y la cresta de la Taillante.



A la hora de comer, los planeadores se pasean sobre los seracs del glaciar de Clot de l’Homme.



El refugio no está en mal sitio



y las vistas desde la ventana....pues eso.



Por la tarde vamos a la parte de detrás del refugio a investigar la trepada de roca que tendremos que hacer de noche. Un muro de 15 metros de IIº que conviene localizar el día de antes para no ir dando tumbos con el frontal a las 3:00 am.

De nuevo cenamos solos en la cocina libre y a las 19:00 a cerrar las ventanas de la habitación para que no entre luz y podamos dormir hasta las 2:30 am.

2 Julio 2011

Después de la trepada, un sendero con peor geometría que el de ayer y bastante más empinado nos lleva hasta el torrente que baja del glaciar de Clot de l’Homme (ojo, caída de piedras y de seracs). A partir de aquí, flanqueamos en horizontal hacia el oeste en busca del collado de Sialouze.

Yolanda aguanta un par de neveros con zapatillas y piolet y en el tercero ya nos ponemos todos los hierros. 4:27 de la madrugada.



El nevero no resulta ser muy largo y para ganar el collado, tenemos que volver a quitarnos hierros, trepar por una zona de roca descompuesta y volver a colocar crampones y piolet ya casi en el collado.

Desde el sofá de casa el glaciar de Sialouze te lo imaginas muy alpino, con sus seracs y grietas, pero una vez en él, se parece más a un nevero pirenaico.

De todas maneras, encordamiento glaciar, y a ganar metros por las suaves pendientes del Sialouze.



Por delante el glaciar se estrecha y forma el corredor Coolidge, por el que tendremos que subir dentro de poco.



Vamos bien de horario, son las 6 de la mañana y empieza a amanecer.





El corredor parece tumbado desde lejos, pero una vez en él, tiene algún tramo casi a 40º. Vamos pegándonos a la parte izquierda, porque por el centro los de arriba tiran de todo (trozos de hielo, piedras y nieve granulada que te acaba mojando).



Aguantaremos el ensamble hasta la cumbre y toda la bajada del glaciar. No hemos visto las grietas horizontales a mitad de corredor que comentaban las reseñas, pero nunca se sabe...



Ésto ya va cogiendo aire y la salida está cerca. Al fondo a la derecha: Les Bans.



Últimas rampas antes de llegar al plateau glaciar del Pelvoux.



Donde la nieve y el cielo tienen el mismo color.



Ya tenemos la cima a tiro de piedra.



Éstas suaves rampas con el sol pegando en la cara son un lujo.





Por ese primer collado en sombra que hay a la derecha, hemos aparecido después de hacer el corredor.



El glaciar del Pelvoux, con la gente dándose prisa para bajar por él y completar la travesía del Pelvoux (varios rápeles, descenso complicado expuesto a caída de seracs y un gran desnivel que te deja directamente en Ailefroide).



Nosotros hemos querido asegurar y subiremos y bajaremos por el Coolidge.

Cima casi a las 8:00 de la mañana.



Buenas vistas sobre la cara Sur de la Barre



el glaciar Blanc



y la Meije.



Antes de irnos, yo también quiero una foto de cima. Como las balas!!



Conseguido! Cima de la Pointe Puiseux (3.943 m).



Y de nuevo para abajo. Un grupo grande ya se ha ido hacia la travesía del Pelvoux y nosotros somos los primeros en entrar al corredor.



Y entrar el primero a la bajada es como entrar el último a la subida. Mal asunto.



Vamos de cara a la nieve, destrepando con un piolet por la parte derecha según se baja y avisando cuando nos cae algo de los de arriba. La cosa no estaba para fotos.

Vistazo atrás ya fuera del bombardeo. Apréciese como la gente se protege en un lateral del corredor de las caídas de cosas. Ay pillines!



Ya fuera del glaciar de Sialouze, en los neveros que cruzamos anoche.



Mini arista morrénica, donde podemos colocarnos las zapatillas



e iniciar el vertiginoso descenso hasta el refugio y más allá.



Y nos creemos que ya es todo pan masticado



pero vuelven los dolores dolorosos. Yolanda anda tocada de una rodilla y yo más que andar, cojeo con un tobillo hecho papillas Nestlé.



Mientras los abuelos setentones franceses te adelantan con un “Bonjour” de lo más educado, Yolanda y yo sacamos fuerzas de flaqueza para llegar a Ailefroide a las tres y media de la tarde.

Menos mal que no hemos hecho la travesía del Pelvoux, porque el tobillo se ha ido a tomar por c...lo.


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