10 Abril 2011
Escalada amable en la tórrida primavera alicantina. Roca caliente, playas, urbanismo desenfrenado y menos autoprotección de lo esperado.
Recopilando info durante la entresemana, resulta que el Espolón Limabán es el mismo que la vía Toix Integral. O no? Croquis al bolsillo, juego de friends, juego de empotradores y nos vamos para arriba.
L1 (IV): graffiti a pie de vía, imposible confundirse.
Parece que es (mala) costumbre de por aquí indicar el nombre de la vía, el número de largos, el grado de cada largo e incluso si se baja en rápel o no. :(
Primer largo por un evidente espolón cosido a cordinos viejos y alguna que otra chapa.
Reunión a la izquierda de un árbol.
L2 (V, en el embarque): mirando croquis parece que la cosa va con tendencia a derechas evitando las zonas más verticales.
Escalamos la placa lisa de la reunión, rodeamos un bloque y acaecemos en un muro con parabolt que no parece de IV grado. Tras unas dudas, subo por el muro protegido con dos parabolts y a la derecha encuentro los graffitis (“T.I.”, Toix Integral) que indican por dónde va la vía. Se ve que nos hemos salido de la vía pero la cosa ha sido breve y con fácil solución. Además nos hemos perdido la famosa bavaresa que se nombra en algunas reseñas del Espolón Limabán...
Travesía a derechas y reunión en cáncamo + clavo.
L3 (IV+): evidente diedro protegido con cordinos y puentes de roca.
Una vez pasado el diedro, disminuye la dificultad y aumenta el ventarrón.
Reunión a 50 metros y sin oír a los de abajo.
L3 Bis: Pequeña travesía descendente de andar (nada de II grado) hasta montar la reunión 3 Bis en el mismo espolón (1 cáncamo).
L4 (IV): quizás el largo más vertical, con más ambiente y con más viento.
Equipado con cordinos y con algún bloque suelto (ojo!).
La sombra del espolón es alargada...
Apuro los 60 metros e improviso reunión con un buen puente de roca y un Camalot del 0,3.
Yóland Ylanders sobrevolando chaletes en el L4.
L5 (III): estamos a unos metros de finalizar el espolón y comenzar con la arista. Con el sol en la cara, convertidos en semidioses de la escalada.
Ender Fernandes en la arista final (fácil, casi de andar, bloques para lacear), con el Peñón de Ifach de fondo.
Reunión en el punto de rápel, de nuevo graffiteado con un punto rojo rollo bandera de Japón.
30 metros de rápel que se pueden hacer con una cuerda, hasta llegar a una repisa donde está el segundo y último rápel (50 metros).
Los calores preveraniegos invitan a comer en la playa, así que nos bajamos a la playa a comer.
El Racó del Corb no tiene arenas blancas, más bien son cantos rodados incomodísimos, pero los acantilados de roca al más puro estilo “proa del Titanic” son razón suficiente para echar una visita.
Como ayer nos vimos bien en un 6a+ (también nos vimos mal en otro 6a+), decidimos que nos llevamos los trastos y le damos un tiento al Dorado (80 m, 6a+, ambiente garantizado).
Nada más comer, antes de que se nos indigeste la indigestión, visualizando la travesía del primer largo.
L1 (V+): bolts algo alejados, buena roca y travesía de escándalo sobre el mar.
Voy echando metros hasta llegar a la cuerda fija.
No veo una línea clara que vaya hacia arriba, así que, emulando cutremente a Andi Hinterstoisser me anclo a la cuerda vieja y hago la travesía completa.
Al otro lado de la travesía, los dos buriles carcomidos por el óxido no dan ninguna confianza. Me voy para arriba en busca de una reunión decente, seria y responsable. Unos metros más arriba, un cintajo viejo en un puente de roca fisurado. Lo siento pero no es el perfil que buscamos.
Otro apretón con cantos buenos y llego a un segundo puente de roca. Le coloco un cintajo mío y monto reunión. Por fin!
Ender Fernandes en la repisa donde deberíamos haber montado la primera reunión, a punto de hacer la "travesía playera de Hinterstoisser".
Escalada amable en la tórrida primavera alicantina. Roca caliente, playas, urbanismo desenfrenado y menos autoprotección de lo esperado.
Recopilando info durante la entresemana, resulta que el Espolón Limabán es el mismo que la vía Toix Integral. O no? Croquis al bolsillo, juego de friends, juego de empotradores y nos vamos para arriba.
L1 (IV): graffiti a pie de vía, imposible confundirse.
Parece que es (mala) costumbre de por aquí indicar el nombre de la vía, el número de largos, el grado de cada largo e incluso si se baja en rápel o no. :(
Primer largo por un evidente espolón cosido a cordinos viejos y alguna que otra chapa.
Reunión a la izquierda de un árbol.
L2 (V, en el embarque): mirando croquis parece que la cosa va con tendencia a derechas evitando las zonas más verticales.
Escalamos la placa lisa de la reunión, rodeamos un bloque y acaecemos en un muro con parabolt que no parece de IV grado. Tras unas dudas, subo por el muro protegido con dos parabolts y a la derecha encuentro los graffitis (“T.I.”, Toix Integral) que indican por dónde va la vía. Se ve que nos hemos salido de la vía pero la cosa ha sido breve y con fácil solución. Además nos hemos perdido la famosa bavaresa que se nombra en algunas reseñas del Espolón Limabán...
Travesía a derechas y reunión en cáncamo + clavo.
L3 (IV+): evidente diedro protegido con cordinos y puentes de roca.
Una vez pasado el diedro, disminuye la dificultad y aumenta el ventarrón.
Reunión a 50 metros y sin oír a los de abajo.
L3 Bis: Pequeña travesía descendente de andar (nada de II grado) hasta montar la reunión 3 Bis en el mismo espolón (1 cáncamo).
L4 (IV): quizás el largo más vertical, con más ambiente y con más viento.
Equipado con cordinos y con algún bloque suelto (ojo!).
La sombra del espolón es alargada...
Apuro los 60 metros e improviso reunión con un buen puente de roca y un Camalot del 0,3.
Yóland Ylanders sobrevolando chaletes en el L4.
L5 (III): estamos a unos metros de finalizar el espolón y comenzar con la arista. Con el sol en la cara, convertidos en semidioses de la escalada.
Ender Fernandes en la arista final (fácil, casi de andar, bloques para lacear), con el Peñón de Ifach de fondo.
Reunión en el punto de rápel, de nuevo graffiteado con un punto rojo rollo bandera de Japón.
30 metros de rápel que se pueden hacer con una cuerda, hasta llegar a una repisa donde está el segundo y último rápel (50 metros).
Los calores preveraniegos invitan a comer en la playa, así que nos bajamos a la playa a comer.
El Racó del Corb no tiene arenas blancas, más bien son cantos rodados incomodísimos, pero los acantilados de roca al más puro estilo “proa del Titanic” son razón suficiente para echar una visita.
Como ayer nos vimos bien en un 6a+ (también nos vimos mal en otro 6a+), decidimos que nos llevamos los trastos y le damos un tiento al Dorado (80 m, 6a+, ambiente garantizado).
Nada más comer, antes de que se nos indigeste la indigestión, visualizando la travesía del primer largo.
L1 (V+): bolts algo alejados, buena roca y travesía de escándalo sobre el mar.
Voy echando metros hasta llegar a la cuerda fija.
No veo una línea clara que vaya hacia arriba, así que, emulando cutremente a Andi Hinterstoisser me anclo a la cuerda vieja y hago la travesía completa.
Al otro lado de la travesía, los dos buriles carcomidos por el óxido no dan ninguna confianza. Me voy para arriba en busca de una reunión decente, seria y responsable. Unos metros más arriba, un cintajo viejo en un puente de roca fisurado. Lo siento pero no es el perfil que buscamos.
Otro apretón con cantos buenos y llego a un segundo puente de roca. Le coloco un cintajo mío y monto reunión. Por fin!
Ender Fernandes en la repisa donde deberíamos haber montado la primera reunión, a punto de hacer la "travesía playera de Hinterstoisser".
Para cuando llega a mi reunión los ánimos ya van tocados. Por delante el largo de 6a+, un cordino a unos 4 metros y el siguiente a otros 6 o 7 metros. En lontananza, tornillos sin parabolt y a la izquierda la fisura por donde creemos que va la vía...
Con menos moral que el Alcoyano en suspensión de pagos, Ender le da un tiento al largo. Pero como no hay ganas de meterle un factor 2 al puente de roca, elegimos el plan B y nos vamos para abajo en una indigna retirada a base de rápeles y travesías desescalables. Que no es plan de tirarse al agua y que se moje la cámara.
Con menos moral que el Alcoyano en suspensión de pagos, Ender le da un tiento al largo. Pero como no hay ganas de meterle un factor 2 al puente de roca, elegimos el plan B y nos vamos para abajo en una indigna retirada a base de rápeles y travesías desescalables. Que no es plan de tirarse al agua y que se moje la cámara.
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