Pico Cordier con esquís (3.254 m)

14 Mayo 2011

Después del madrugón y la cresta que hemos hecho por la mañana, nos merecemos un buen plato de pasta cocinado en la vía pública de Benasque mientras viene un pequeño tormentón.



Hay que estrenar unos esquís y aun no sabemos dónde. ¿En el pico de Alba? ¿En el Cordier? ¿La Maladeta? Una llamada a la Renclusa y por lo menos sabemos que dormimos bajo techo.

El final de la temporada de nieve no ha sido bueno y la Besurta no está a rebosar de coches. Mientras caen unas gotejas tiramos para arriba confiando en que el domingo mejore la meteo.



Por lo que nos cuentan los que bajan, la cosa está esquiable sólo hasta los 2.250 m, unos 15 minutos por encima de la Renclusa.



Con horario de niño de primaria nos vamos a dormir a las 21:00, pero un pequeño gran olvido nos deja en ascuas. Se nos ha olvidado en el coche el reloj-altímetro, y mi móvil y el de Yolanda, así que no podremos poner alarmas para despertarnos a la mañana siguiente. Pero tanta tecnología no sabía que teníamos un as en la manga: durante la noche haremos fotos (sin flash) con la cámara y consultaremos la hora en la pantalla de la cámara. A las 3:00 la primera foto. A las 4:50 la segunda y última foto. Desayunamos bajo la luz de los frontales y somos los primeros en salir del refu (5:30?).

15 Mayo 2011

Finalmente iremos hacia el Cordier, ya que el Alba tiene la aproximación con poca nieve y en la Maladeta ya he fichado un par de veces.

Como ya estaba previsto, cielo estrellado y mar de nubes en Francia que se quedará ahí todo el día.



Mientras sale el sol la temperatura parece que baja por momentos...



...tanto que Yóland acaba tirando de plumas y mi camel se congela.



De momento, la nieve está dura como para ir con crampones. Por detrás un grupo grande con perro incluido:



Los de antes ganando metros:





Una ola de nubes intentando invadirnos.



La inmensidad del glaciar de la Maladeta.



Poquito a poco vamos llegando al pie del Cordier y estudiando por dónde atacarlo. El paso clave va a estar en la travesía entre las rocas.



Con su nivel de esquí de iniciación, Yóland opta por dejar los esquís cuando la pendiente empieza a crecer.



En la Maladeta, la gente también se quita esquís y se prepara para subir el corredor.



A nosotros nos toca abrir huella en la travesía. Con restos de un alud de fusión y la nieve un tanto blanda en la zona próxima a las rocas.



Ya fuera de peligro, en la zona intermedia de la subida.



Sólo nos queda subir una pala de nieve...



...que se va estrechando y ganando ambiente conforme subimos.





Últimos metros antes de la cumbre.



Se nos han adelantado y no nos llevamos los 20 segundos de bonificación.



Sí foto=sí cima.



Sopla viento y las manos se quedan como Calippos de menta.



Llevo los esquís a la espalda pero faltan huevos para salir de aquí esquiando. Además, Fidel dejó la parte de arriba hecha un patatal la semana pasada y así no hay quien se luzca...

Comenzamos el retorno a las bajuras, mientras sube un grupo grande. ¿Jorge?



Al pasar la travesía, en una buena repisa coloco esquís y encadeno unos cuantos giros hasta llegar al punto donde Yóland ha dejado los suyos. Nieve muy dura y algo irregular, qué pena que no hubiera nevado ayer un poco más.

Después del Collarada, el segundo montañón de Yóland se le atraganta un poco más. Que si la nieve está muy dura, que si he pillado costra, que si giro aquí me como esa piedra, que si me vuelvo a caer me bajo andando...pero poco a poco vamos bajando metros en dirección a los ibones de Paderna.



En la última pala, con una nieve sopa muy rica, Yóland se quita esquís y yo consigo bajar hasta unos 2.300 m.

Picamos algo y colocamos esquís en la mochila.



La bajada no ha estado tan mal como pensábamos, aunque sí que es verdad que hay muy poca nieve para las fechas en que estamos...



Pasamos por el refugio, recogemos las 4 cosas que hemos dejado en las taquillas y volvemos al coche pensando en las esquiadas de la temporada que viene. Que a ésta ya le hemos dado el “Finiquito de Córdoba”.