El "Homo Mediterráneus" puede pasar de achicharrarse al sol en el sector favorito de su escuela de escalada favorita a sufrir en su tersa piel los más duros rigores del frío Javalambrense.
24 Noviembre 2013
Lleva una semana sin parar de nevar, todavía estamos en Noviembre y ya han saltado todas las alarmas. Hoy empezaremos la temporada de esquí de montaña.
Entre los cañones de nieve y un poco de viento, la valla metálica de la pista se ha venido abajo. Nosotros, sin embargo, nos venimos arriba. La estación aun está cerrada y la nieve, perfecta.
Abandonamos el GR para ir abriendo huella por un bosque
que cada año está más bonito.
Buen terreno para ir practicando vueltas maría y coger ritmo.
En la parte intermedia de la estación el bosque se abre y atravesamos las "puertas de ninguna parte".
Conforme ganamos altura, los pinos se van cargando de nieve y el viento empieza a molestar.
En el collado del Portillo nos topamos con condiciones patagónicas. De esas que no dejan ni hacer fotos y congelan las manos y la cara en minutos. Menos mal que no dura mucho rato.
Entramos en el tramo final de la pista "Amanaderos" con un "whiteout" muy conseguido.
Somos casi aborígenes y sabemos seguir vallas.
En eso, que a escasos metros del telesilla que llega a la Chaparrosa, nos percatamos del encendido de los cañones. Paramos a resguardo de la valla y nos preparamos para el penoso descenso.
No han pisado las pistas, nuestro querido "whiteout" hace de las suyas y con los cañones rebozándonos como croquetas congeladas, somos auténticas patatas bravas esquiando.
En la parte baja, ganamos algo de visibilidad y conseguimos hacer tres giros buenos.
Pero el disfrute dura poco y queremos llegar pronto al coche para quitarnos el gélido acartonamiento que llevamos.
En unos minutitos estamos calentando pies al calor de la chimenea, cagándonos en la monarquía (esto iba aquí??), la madre del que inventó los cañones, el que ordenó que los enchufaran, la nube que siempre se engancha en Javalambre, el furioso viento y nuestra mala suerte para con la meteo.
Ignorantes de nosotros, al fin de semana siguiente volvemos a probar suerte.
30 Noviembre 2013
Y todo sigue igual. La valla rota ya no está, pero todo lo demás es un calco a lo del finde pasado. El día de la marmota que diría aquel...
Volvemos a foquear por nuestro bosque favorito.
Ha hecho frío (y solazo) toda la semana, la nieve se mantiene bien y hoy me acompañan Gabi y Maria, que estrenan algo de equipo e inaguran su temporada de travesía.
Las mismas fotos de siempre en los lugares de siempre.
Encerrados en un mundo en blanco y negro donde sólo él puede dar color con su estilo "United Colours of Gabi".
Curiosas porterías...
...y goles fantasma.
Encuentros en la tercera fase (saludos a Juan y Lourdes y a los amigos del Club Alpino Javalambre!).
Y otra vez el patagónico collado del Portillo y su feroz viento.
Hoy llegaremos hasta el telesilla, en busca de un lugar donde cobijarnos...
...y sacar una valeriana calentita (a falta de té, buenas son valerianas.....) para bajar de lo más relajados hasta el coche.
Hoy también lidiaremos con el "whiteout" pero las pistas están pisadas y las trazadas se intuyen mejor. Descenso rápido y sin novedades. Hoy tampoco hay más de 4 coches en el aparcamiento.
Feliz día de la marmota a todos los foqueadores (que cada vez son más) que se pasean por nuestro querido Javalambre!
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Els Ports: vía "Superman" (IV+, 100m) e intento a les Gronses
Aprovechando el puente nos vamos de nuevo a la comarca dels Ports, a saldar cuentas pendientes.
1 Noviembre 2013
Llegamos a la hora de comer, aun hace calor y la vía "Superman" es cortita y está a la sombra. Repasamos croquis y nos vamos por la vira diagonal hasta el hito que marca la R0.
Que no son más que unos cordinos y cintajos viejos que no conviene utilizar.
Yolanda en la cómoda repisa, con el hito a su izquierda.
L1 (IV): seguir la línea que marcan un par de puentes de roca equipados con cordino. Roca rota. Antes de chapar el primer puente de roca, rompo un pie y me llevo el primer sustete del día.
Reunión equipada, algo a la izquierda. Un par de cabras se pasean por la arista y nos regalan una pequeña lluvia de piedras.
L2 (IV+): desde la reunión salir algo a la derecha, buscando lo fácil y buscando los seguros. No hay posibilidad de protegerse y aun no he visto el parabolt.
Finalmente lo localizo así como a las afueras de Cuenca, al final de una vira inclinada con tendencias izquierdistas. Para ir calmando nervios laceo una roca. Un seguro psicotrópico más que otra cosa.
Ya en el parabolt, me permito hasta tirar fotos.
Las Roques de Benet recibiendo los rayos de sol de la tarde.
Después del parabolt, hay que buscar un mini-diedro-cueva que queda a la izquierda. Al ser conglomerado los pasos son difíciles de asegurar, y llego a echar de menos algún tricam que nunca he tenido.
Yolanda saliendo del pasito de diedro-cueva.
L3 (III): el último largo tiene una pinta de lo más cutre. Desde la reunión me dirijo hacia unas sabinas que hay que lacear.
Más arriba, una pequeña canal, cortos resaltes y repisas con miles de piedras sueltas, nos llevan a la R3. La reunión no es rapelable, así que paso la cuerda por los cordinos y destrepo éste último largo. Le digo a Yolanda que no vale la pena que suba.
Rapelaremos de la R2 a la R1...
...y de la R1 al suelo, que se nos había olvidado un cordino en la R0. Según dicen se puede bajar andando desde la R3 siguiendo la cresta.
Con las últimas luces del día, recogemos las cosas y nos vamos hacia el coche, que está apenas a 10 minutos de aquí.
Una de las peores vías que hemos hecho últimamente, con mala roca, poco mantenida y nada agradecida. Lo único bueno, el paisaje y la tranquilidad.
Restricciones de Diciembre a Agosto.
2 Noviembre 2013
Pasamos buena noche en la zona de acampada y nos vamos a por el objetivo del fin de semana, que lo de ayer era "de relleno": La Cresta de les Gronses.
Ya hemos perdido la cuenta de los intentos que llevamos. Siempre la mala meteo (o fortísimo viento o lluvia) no nos ha dejado ni iniciar la aproximación, hoy parece que es el día bueno.
Llevamos pies de gato para el primer muro (20m, IV+) y la verdad que vienen bien. Un par de parabolts protegen los primeros metros, pero hay que escalar y la roca no es demasiado adherente.
Después se puede lacear una sabina y en la última parte, otro parabolt protege el paso.
Por delante, una cordada en el largo clave de la arista. Una panza de V+, casi riglera y equipada.
Un servidor, bajo el "crunch" (o era "crux"?) del día.
Al final, acerando un poco se supera la doble panza y se gana la aérea arista. Hemos sufrido un poco, pero ya hemos pasado lo más duro.
Los de delante nos ha dejado una cinta expres y un cintajo largo para acerar a plena satisfacción. Cuando los alcancemos, se lo devolveremos.
En eso, que los acontecimientos se aceleran de manera inesperada. En pleno cambio de pie de gato a zapatilla, un mal gesto de coordinación motora primaria hace que la zapatilla se precipite sin remedio hasta las profundidades de la arista, allí donde solo las sabinas y jabalises pueden habitar.
Después de ver volar otra zapatilla en Peña Rueba, es una pena que nos estemos acostumbrando a la situación. Abandonamos un cordino en una sabina cercana, y tiramos un rápel de 60 metros a la zona de impacto. Diez minutos de olfateo bastan para recuperarla.
Ya no hay ganas de escalar. Ni de acerar. Ni de intentar más veces la maldita cresta.
Nos vamos hacia la zona dels Estrets a ver si vemos a la cordada de delante, para devolverles el material.
Pero lo único que encontramos son humanos paseando, otros escalando, otros en bici y bichejos tomando el sol.
Ya no sé si volveremos a por esa cresta que siempre se nos queda entre los dientes como un molesto "paluego"....
1 Noviembre 2013
Llegamos a la hora de comer, aun hace calor y la vía "Superman" es cortita y está a la sombra. Repasamos croquis y nos vamos por la vira diagonal hasta el hito que marca la R0.
Que no son más que unos cordinos y cintajos viejos que no conviene utilizar.
Yolanda en la cómoda repisa, con el hito a su izquierda.
L1 (IV): seguir la línea que marcan un par de puentes de roca equipados con cordino. Roca rota. Antes de chapar el primer puente de roca, rompo un pie y me llevo el primer sustete del día.
Reunión equipada, algo a la izquierda. Un par de cabras se pasean por la arista y nos regalan una pequeña lluvia de piedras.
L2 (IV+): desde la reunión salir algo a la derecha, buscando lo fácil y buscando los seguros. No hay posibilidad de protegerse y aun no he visto el parabolt.
Finalmente lo localizo así como a las afueras de Cuenca, al final de una vira inclinada con tendencias izquierdistas. Para ir calmando nervios laceo una roca. Un seguro psicotrópico más que otra cosa.
Ya en el parabolt, me permito hasta tirar fotos.
Las Roques de Benet recibiendo los rayos de sol de la tarde.
Después del parabolt, hay que buscar un mini-diedro-cueva que queda a la izquierda. Al ser conglomerado los pasos son difíciles de asegurar, y llego a echar de menos algún tricam que nunca he tenido.
Yolanda saliendo del pasito de diedro-cueva.
L3 (III): el último largo tiene una pinta de lo más cutre. Desde la reunión me dirijo hacia unas sabinas que hay que lacear.
Más arriba, una pequeña canal, cortos resaltes y repisas con miles de piedras sueltas, nos llevan a la R3. La reunión no es rapelable, así que paso la cuerda por los cordinos y destrepo éste último largo. Le digo a Yolanda que no vale la pena que suba.
Rapelaremos de la R2 a la R1...
...y de la R1 al suelo, que se nos había olvidado un cordino en la R0. Según dicen se puede bajar andando desde la R3 siguiendo la cresta.
Con las últimas luces del día, recogemos las cosas y nos vamos hacia el coche, que está apenas a 10 minutos de aquí.
Una de las peores vías que hemos hecho últimamente, con mala roca, poco mantenida y nada agradecida. Lo único bueno, el paisaje y la tranquilidad.
Restricciones de Diciembre a Agosto.
2 Noviembre 2013
Pasamos buena noche en la zona de acampada y nos vamos a por el objetivo del fin de semana, que lo de ayer era "de relleno": La Cresta de les Gronses.
Ya hemos perdido la cuenta de los intentos que llevamos. Siempre la mala meteo (o fortísimo viento o lluvia) no nos ha dejado ni iniciar la aproximación, hoy parece que es el día bueno.
Llevamos pies de gato para el primer muro (20m, IV+) y la verdad que vienen bien. Un par de parabolts protegen los primeros metros, pero hay que escalar y la roca no es demasiado adherente.
Después se puede lacear una sabina y en la última parte, otro parabolt protege el paso.
Por delante, una cordada en el largo clave de la arista. Una panza de V+, casi riglera y equipada.
Un servidor, bajo el "crunch" (o era "crux"?) del día.
Al final, acerando un poco se supera la doble panza y se gana la aérea arista. Hemos sufrido un poco, pero ya hemos pasado lo más duro.
Los de delante nos ha dejado una cinta expres y un cintajo largo para acerar a plena satisfacción. Cuando los alcancemos, se lo devolveremos.
En eso, que los acontecimientos se aceleran de manera inesperada. En pleno cambio de pie de gato a zapatilla, un mal gesto de coordinación motora primaria hace que la zapatilla se precipite sin remedio hasta las profundidades de la arista, allí donde solo las sabinas y jabalises pueden habitar.
Después de ver volar otra zapatilla en Peña Rueba, es una pena que nos estemos acostumbrando a la situación. Abandonamos un cordino en una sabina cercana, y tiramos un rápel de 60 metros a la zona de impacto. Diez minutos de olfateo bastan para recuperarla.
Ya no hay ganas de escalar. Ni de acerar. Ni de intentar más veces la maldita cresta.
Nos vamos hacia la zona dels Estrets a ver si vemos a la cordada de delante, para devolverles el material.
Pero lo único que encontramos son humanos paseando, otros escalando, otros en bici y bichejos tomando el sol.
Ya no sé si volveremos a por esa cresta que siempre se nos queda entre los dientes como un molesto "paluego"....
Escalada Deportiva Otoñal
El Otoño siempre es una época rara en cuanto a actividad. Con la cabeza pensando en el invierno, los días cortos y la meteo cambiante, dejamos de lado los grandes planes y nos refugiamos en la "comodidad" de la escalada deportiva.
Estos meses hemos tocado poco las cuerdas dobles y los friends, pero tampoco nos hemos quedado en casa. Hemos reducido nuestro radio de acción haciendo salidas de un día y algún finde a Tarragona o Alicante (Font d'Aixa, Llíber), e intentado escalar en sectores nuevos o, al menos, probando vías nuevas en sectores conocidos.
Primera parada en el sector El Altet de Bellús, un tórrido día de Septiembre. No acertamos con la orientación (demasiado sol), las vías fáciles no eran demasiado bonitas y además las graduaciones resultaron bastante raras (quintosmás que parecen seisamás y viceversa).
A la semana siguiente, visitamos el coqueto sector Fonseca, junto al río Mijares y a pocos minutos de la autovía Mudéjar.
Poco recomendables las vías de cuarto grado y bastante más resultones los V+ y 6a's. Escuelita de interés local.
A primeros de Octubre nos escapamos un finde a la archiconocida Margalef. 22 vías en un finde dan para hacerse al tacto del conglomerado y pulir técnica de pies. Disfrutamos en Can Llepafils, en Can Mansetes y sufrimos en el Sector Chorreras.
Sigue haciendo un sol infernal a mediodía.
Aprovechando la festividad de la Comunidad Valenciana, volvemos a la moderna escuela de Altura. Empezamos pasando calor en vías nuevas
y abrigándonos en las placas del sector Pikola.
Poco a poco va entrando el otoño de verdad.
Investigando por el "interné", elegimos otra escuela que no conocíamos : Barranc de la Guitarra, variedad de grados y una sorpresa con forma de tronco.
La motivasión inicial se va desinflando al comprobar que la cosa desploma, las fuersas decaen y el A0 es la única solución.
De "draitulero" a "abrazafarolas" en unos minutitos.
Al día siguiente aseguramos el tiro yendo a Jérica. Incluso allí, se van equipando (y reequipando) cositas.
Además, yo nunca había salido por arriba en la pared del Castillo. La "No veas Magdalena" (IV+) es la vía más fácil (muy sobado el L1) y se pueden encadenar los dos largos en uno.
Ya estamos a finales de Octubre y el calor nos sigue mandando para casa a ciertas horas. El Tallat Roig es una de las zonas clásicas de invierno, con muchas opciones y croquis que se van actualizando gracias a la gente de Elev-arte.
Gabi terminando los dos largos de "Salvatge" (5+).
A finales de Noviembre, seguimos buscando las paredes al sol en el Barranco Fondo de Bellús. Al menos, ya no nos tenemos que irnos a casa en las horas centrales del día.
Apuramos la tarde como lagartijos copando sectores y muy contentos con poder pelearnos con 6a+ preciosos de placa.
En unos minutos pasamos del tacto agradable de la roca caliente, a colocarnos el plumas y pensar en la foqueada de mañana.
Entramos en el mes de diciembre en Chulilla, en un pequeño sector donde aun no habíamos escalado. Algo de frío a la sombra y buenísimas vías de entre 35 y 40 metros (cuerda de 70m o más y nudo al final!).
De la nº1 a la nº4, todas recomendables.
Y ahora sí. Parece que el largo invierno ya ha llegado....
"I waited for you, Winterlong.
You seem to be where I belong"
(Foto Gabi)
Estos meses hemos tocado poco las cuerdas dobles y los friends, pero tampoco nos hemos quedado en casa. Hemos reducido nuestro radio de acción haciendo salidas de un día y algún finde a Tarragona o Alicante (Font d'Aixa, Llíber), e intentado escalar en sectores nuevos o, al menos, probando vías nuevas en sectores conocidos.
Primera parada en el sector El Altet de Bellús, un tórrido día de Septiembre. No acertamos con la orientación (demasiado sol), las vías fáciles no eran demasiado bonitas y además las graduaciones resultaron bastante raras (quintosmás que parecen seisamás y viceversa).
A la semana siguiente, visitamos el coqueto sector Fonseca, junto al río Mijares y a pocos minutos de la autovía Mudéjar.
Poco recomendables las vías de cuarto grado y bastante más resultones los V+ y 6a's. Escuelita de interés local.
A primeros de Octubre nos escapamos un finde a la archiconocida Margalef. 22 vías en un finde dan para hacerse al tacto del conglomerado y pulir técnica de pies. Disfrutamos en Can Llepafils, en Can Mansetes y sufrimos en el Sector Chorreras.
Sigue haciendo un sol infernal a mediodía.
Aprovechando la festividad de la Comunidad Valenciana, volvemos a la moderna escuela de Altura. Empezamos pasando calor en vías nuevas
y abrigándonos en las placas del sector Pikola.
Poco a poco va entrando el otoño de verdad.
Investigando por el "interné", elegimos otra escuela que no conocíamos : Barranc de la Guitarra, variedad de grados y una sorpresa con forma de tronco.
La motivasión inicial se va desinflando al comprobar que la cosa desploma, las fuersas decaen y el A0 es la única solución.
De "draitulero" a "abrazafarolas" en unos minutitos.
Al día siguiente aseguramos el tiro yendo a Jérica. Incluso allí, se van equipando (y reequipando) cositas.
Además, yo nunca había salido por arriba en la pared del Castillo. La "No veas Magdalena" (IV+) es la vía más fácil (muy sobado el L1) y se pueden encadenar los dos largos en uno.
Ya estamos a finales de Octubre y el calor nos sigue mandando para casa a ciertas horas. El Tallat Roig es una de las zonas clásicas de invierno, con muchas opciones y croquis que se van actualizando gracias a la gente de Elev-arte.
Gabi terminando los dos largos de "Salvatge" (5+).
A finales de Noviembre, seguimos buscando las paredes al sol en el Barranco Fondo de Bellús. Al menos, ya no nos tenemos que irnos a casa en las horas centrales del día.
Apuramos la tarde como lagartijos copando sectores y muy contentos con poder pelearnos con 6a+ preciosos de placa.
En unos minutos pasamos del tacto agradable de la roca caliente, a colocarnos el plumas y pensar en la foqueada de mañana.
Entramos en el mes de diciembre en Chulilla, en un pequeño sector donde aun no habíamos escalado. Algo de frío a la sombra y buenísimas vías de entre 35 y 40 metros (cuerda de 70m o más y nudo al final!).
De la nº1 a la nº4, todas recomendables.
Y ahora sí. Parece que el largo invierno ya ha llegado....
"I waited for you, Winterlong.
You seem to be where I belong"