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Cresta de Castellets (o de Sella): tramo 1 y medio
La cresta de Castellets (o de Sella) es, posiblemente, la cresta más larga y afilada de toda la Comunidad Valenciana. Para recorrerla en su totalidad, necesitaremos varias jornadas.
26 Abril 2015
Hoy nos centraremos en el primer tramo de la cresta. Al final nos hemos juntado un buen puñado de gente, haremos 3 cordadas de 2, juntando "sanos" con personas en "proceso de recuperación".
Al ir en dos coches, podremos dejar uno al inicio de la actividad y otro cerca del final de la cresta.
La aproximación la realizamos por una pista forestal, que abandonamos demasiado pronto en lo que parecía un marcado sendero.
Desde aquí, ya podemos divisar la afilada silueta de la primera arista que ascenderemos.
Ya en el "pie de vía", después de una buena sudada y unos flanqueos sobre incómodos "badlands".
Todo este primer tramo de cresta es una continua trepada sobre grandes bloques.
El ascenso está marcado con puntos rojos de pintura y va cogiendo ambiente poco a poco.
Las nieblas matinales se van deshaciendo conforme el sol va calentando.
Una vez en la cima de esta primera cota, tenemos que destrepar unos metros, hasta alcanzar el tramo más afilado del día.
Ahora sí, toca sacar cuerdas y gestionar estos pasos de IV+ con un buen patio a ambos lados.
Vistazo atrás. Robert asegurándome el destrepe, hasta que llego a una reunión equipada y le aseguro a él.
El filomeno que tenemos a continuación se encuentra equipado con algún parabolt, y donde no hay, podremos colocar algún friend o un cintajo en un bloque.
Una vez superada la parte más estrecha, la dificultad decrece y podemos continuar en ensamble y prácticamente caminando hasta el siguiente punto clave: un rápel de 30 metros.
Otro vistazo atrás. Una cordada iniciando el descenso de la primera cota.
Robert en el rápel de 30 metros, que nos hará descender por el flanco izquierdo de la cresta. Importante no saltarse este rápel, ya que si continuamos a plena cresta, entraremos en una zona de roca muy rota.
A continuación, un pequeño tramo sencillo, que nos lleva de nuevo a una sección afilada y aérea.
En la siguiente imagen, la aguja que hemos descendido con el rápel.
Del segundo tramo afilado no tengo fotos. Ese tramo lo hacemos en ensamble, tiene algún destrepe expuesto (posible rápel de 8m) y finaliza con un aéreo rápel de 20 metros, también hacia el flanco izquierdo de la cresta.
A partir de ese segundo rápel podemos plegar las cuerdas y continuar caminando hasta la cota más alta de la cresta.
Unos segundos de relajación, admirando la mole del Puig Campana.
Y mirando el reloj y lo que queda por delante, decidimos que el tramo 1 se nos queda corto para hoy y que subiremos alguna aguja más.
Para continuar, debemos retroceder sobre nuestros pasos, descendiendo de la cota más alta, hasta llegar a una marcada vira que nos lleva al siguiente rápel. Esta vez hacia el flanco derecho, 25 metros, junto a unos pinos.
Desde el final del rápel, seguimos unas trazas de sendero y realizamos algún destrepe para alcanzar la brecha en "V" donde termina el tramo 1 de la cresta. Aquí un rápel de 10 metros nos permite regresar al coche.
En nuestro caso, continuaremos con la siguiente aguja, en lo que es el inicio del tramo 2. Vamos sin croquis, pero la estética del lugar nos anima a probar suerte.
Y en la brecha, la cosa pinta bien. Superamos un primer muro bastante vertical, pero corto y trazamos una ligera diagonal a derechas, buscando el terreno más fácil. Siguen algunos puntos rojos marcando el camino.
Tras ese primer largo de "escalada" (IIIº+/IV?), podemos seguir en ensamble, hasta que poco a poco las dificultades van aumentando.
Primero, una trepada sobre roca rota, seguida de un filo casi cortante, para culminar con un pilar extremadamente estrecho y aéreo (Vº), pero protegido con 3-4 parabolts.
Nasta, justo después del paso duro, en la repisa donde se encuentra la reunión perfectamente equipada.
En ese tramo, echamos de menos no ir con los pies de gato, pero al estar bien protegido se puede pasar más o menos dignamente con zapatillas o botas.
Una vez superadas las dificultades y alcanzada la cumbre de la aguja, vamos buscando el retorno al coche con destrepes algo incómodos.
El calor aprieta, el agua se acaba, los destrepes nos llevan a la senda, y ésta, a los caminos entre chalets donde tenemos aparcado un vehículo.
Hemos tardado unas 5 horas en realizar esta parte de la cresta (lo que he llamado tramo 1 y medio, como Juan y Medio, pero en versión cresta). Y aun nos queda faena por delante, todas esas agujas están esperando para otra vez, cuando pase el caloret y nos dejemos caer por estas tierras de calizas verticales y sol eterno.
Un video que grabó Ximo aquel día.
Info y otros croquis de la cresta en el boletín nº12 de la FEMECV y en la nueva versión de la guía Rockfax de la Costa Blanca.
Para el siguiente tramo de cresta (Faraió i Fil del Gavinet), pinchar aquí.
Material:
- Dos cuerdas de 30 metros o una de 60.
- 3-4 friends y cintajos para lacear bloques.
- 6-8 cintas exprés
- Zapatillas, botas o pies de gato, según gustos y nivel de escalada. Las dificultades no superan el IV+ en el tramo 1 y el Vº en el tramo 2.
Pico de Alba (3.107 m) con esquís
El Pico de Alba tiene una de las mejores esquiadas del Pirineo. Casi 1400 metros de desnivel desde su cima hasta los Llanos del Hospital, en una bajada directa por los famosos tubos de Paderna.
11 Abril 2015
Optamos por la "versión suave", aproximando por la Renclusa y haciendo noche allí, que Yolanda ha hecho pocos metros de desnivel este año y yo aun voy con las piernas "al dente" del Margalida.
El ibón del plan del Están va descongelándose poco a poco.
Subimos en una larga diagonal, sin pasar por la Besurta, por una huella más o menos buena, que a veces pide cuchillas.
Llegamos a la hora de comer a la Renclusa.
12 Abril 2015
El amanecer nos alcanza en las primeras rampas de la jornada, camino de los Ibones de la Renclusa.
La nieve está dura y se va más cómodo con crampones y los esquís en la espalda.
Primeras luces sobre el Pico Paderna.
Estamos a primeros de Abril y las zonas más expuestas al sol ya han ido purgando bastante.
Palas que dicen: "firme aquí".
Un numeroso grupo nos adelanta. Algunos caminando y otros con esquís.
Nos viene bien para ir aprovechando su huella.
Los que vamos caminando, subimos prácticamente "en recto" por las zonas de sombra, buscando la nieve dura y encontrando nieve costra. Los de esquís, por el sol y trazando amplias zetas.
Superamos esa zona de más pendiente y alcanzamos un amplio "plateau" donde podemos colocar esquís y foquear a plena satisfacción.
La luna, queriendo destacar en un día radiante.
Un grupo dirigiéndose al Pico Mir y Sayó.
Nosotros tenemos justo delante el Pico de Alba, al que accederemos por el collado tan nevado que se intuye a la derecha.
El collado se puede superar con los esquís puestos, pero exige buena técnica de escalera y nervios templados. Desde aquí las vistas son espectaculares. Magnífico ambiente de esquí de montaña pirenaico primaveral.
La zona de transición y el parking de esquís, abarrotado de gente. De los dos corredores diagonales, iremos por el de la izquierda.
Una vez dentro, el corredor es una sencilla pala de nieve, algo expuesta, donde será suficiente con una técnica adecuada de crampones y piolet.
Después, un flanqueo casi horizontal por la cara Oeste de la montaña...
...para volver a ganar metros por unas palas nevadas que nos llevan directamente...
...a la arista cimera.
Yolanda se ha quedado antes del corredor, y vengo en solitario y con algo de prisa. Se están metiendo nubes y no quiero perder visibilidad en el largo descenso que nos espera.
Foto de cima, sin selfie's ni moderneces de mierda.
Las últimas trepadas del día, están a tutiplén de gente. Un grupo bien grande de italianos, aderezado con gente de Alicante, Zaragoza...
Hay tramos en los que no vale la pena ir adelantando gente y es mejor seguir la huella y disfrutar de las vistas.
Destrepamos sin novedad el corredor diagonal y alcanzamos de nuevo el lugar donde hemos dejado los esquís.
La visibilidad sigue siendo más o menos buena, pero estas cotas altas guardan un "mix pirenaico" de esos difíciles de gestionar.
Zonas muy heladas, con tramos de nieve costra y nieve primavera muy profunda conforme perdemos altura.
Pese a todo, la bajada se disfruta y es más o menos digna.
Llevamos a los italianos a rueda, que van sobrados de nivel, pero nos quieren cerca para que les indiquemos el paso de los tubos de Paderna.
Y es ahí cuando despliegan sus mejores dotes de esquiadores dolomíticos veteranos. Da gusto ver a 15 sexagenarios y sexagenarias, del mismo centro de Venecia, con su pelo canoso, bajando con giro por salto los inclinados tubos. Que por cierto, estaban en perfectas condiciones para esquiar.
El último tramo de bosque, es un divertido circuito entre árboles que nos lleva sin apenas remar, a los Llanos del Hospital.
Preciosa circular, ideal para la época invernal o principio de la primavera, cuando la nieve todavía nos obliga a salir de Llanos del Hospital con los esquís puestos.
Una ascensión tope clásica del esquí de montaña, al mismo nivel que el Aneto y la Maladeta y seguramente algo menos masificada (o no, según el día).
11 Abril 2015
Optamos por la "versión suave", aproximando por la Renclusa y haciendo noche allí, que Yolanda ha hecho pocos metros de desnivel este año y yo aun voy con las piernas "al dente" del Margalida.
El ibón del plan del Están va descongelándose poco a poco.
Subimos en una larga diagonal, sin pasar por la Besurta, por una huella más o menos buena, que a veces pide cuchillas.
Llegamos a la hora de comer a la Renclusa.
12 Abril 2015
El amanecer nos alcanza en las primeras rampas de la jornada, camino de los Ibones de la Renclusa.
La nieve está dura y se va más cómodo con crampones y los esquís en la espalda.
Primeras luces sobre el Pico Paderna.
Estamos a primeros de Abril y las zonas más expuestas al sol ya han ido purgando bastante.
Palas que dicen: "firme aquí".
Un numeroso grupo nos adelanta. Algunos caminando y otros con esquís.
Nos viene bien para ir aprovechando su huella.
Los que vamos caminando, subimos prácticamente "en recto" por las zonas de sombra, buscando la nieve dura y encontrando nieve costra. Los de esquís, por el sol y trazando amplias zetas.
Superamos esa zona de más pendiente y alcanzamos un amplio "plateau" donde podemos colocar esquís y foquear a plena satisfacción.
La luna, queriendo destacar en un día radiante.
Un grupo dirigiéndose al Pico Mir y Sayó.
Nosotros tenemos justo delante el Pico de Alba, al que accederemos por el collado tan nevado que se intuye a la derecha.
El collado se puede superar con los esquís puestos, pero exige buena técnica de escalera y nervios templados. Desde aquí las vistas son espectaculares. Magnífico ambiente de esquí de montaña pirenaico primaveral.
La zona de transición y el parking de esquís, abarrotado de gente. De los dos corredores diagonales, iremos por el de la izquierda.
Una vez dentro, el corredor es una sencilla pala de nieve, algo expuesta, donde será suficiente con una técnica adecuada de crampones y piolet.
Después, un flanqueo casi horizontal por la cara Oeste de la montaña...
...para volver a ganar metros por unas palas nevadas que nos llevan directamente...
...a la arista cimera.
Yolanda se ha quedado antes del corredor, y vengo en solitario y con algo de prisa. Se están metiendo nubes y no quiero perder visibilidad en el largo descenso que nos espera.
Foto de cima, sin selfie's ni moderneces de mierda.
Las últimas trepadas del día, están a tutiplén de gente. Un grupo bien grande de italianos, aderezado con gente de Alicante, Zaragoza...
Hay tramos en los que no vale la pena ir adelantando gente y es mejor seguir la huella y disfrutar de las vistas.
Destrepamos sin novedad el corredor diagonal y alcanzamos de nuevo el lugar donde hemos dejado los esquís.
La visibilidad sigue siendo más o menos buena, pero estas cotas altas guardan un "mix pirenaico" de esos difíciles de gestionar.
Zonas muy heladas, con tramos de nieve costra y nieve primavera muy profunda conforme perdemos altura.
Pese a todo, la bajada se disfruta y es más o menos digna.
Llevamos a los italianos a rueda, que van sobrados de nivel, pero nos quieren cerca para que les indiquemos el paso de los tubos de Paderna.
Y es ahí cuando despliegan sus mejores dotes de esquiadores dolomíticos veteranos. Da gusto ver a 15 sexagenarios y sexagenarias, del mismo centro de Venecia, con su pelo canoso, bajando con giro por salto los inclinados tubos. Que por cierto, estaban en perfectas condiciones para esquiar.
El último tramo de bosque, es un divertido circuito entre árboles que nos lleva sin apenas remar, a los Llanos del Hospital.
Preciosa circular, ideal para la época invernal o principio de la primavera, cuando la nieve todavía nos obliga a salir de Llanos del Hospital con los esquís puestos.
Una ascensión tope clásica del esquí de montaña, al mismo nivel que el Aneto y la Maladeta y seguramente algo menos masificada (o no, según el día).