Páginas

Cresta de la Cruz (IV+/V) - Olvena

14 Mayo 2011

Este finde tocaba estrenar esquís en Pirineos, pero las malas previsiones de tiempo para el sábado nos echaron para atrás. Pero no demasiado atrás, nos quedamos en Olvena confiando en que la nortada no nos llegue y haciendo una matinal “fácil” y con ambiente.



Para la cresta optamos por aparcar en el pueblo y así empezar bajando el sendero y acabar el último largo de cuerda desde la misma barandilla del mirador.

Flores que no se riegan en Olvena.



Bajando hacia la cresta, nos perdemos unas tres veces.



Que si bajamos desde la estrella de Belén del pueblo, desde el mirador, desde el sendero con barandillas de madera...hasta que encontramos el sendero bueno (G.R.) y nos equivocamos en la entrada a la cresta (pero sólo una vez).

L1 (IVº): un clavo visible desde el suelo nos marca el inicio de la cresta. Al clavo le pasamos el cable de un empotrador porque no cabe ninguno de los mosquetones que llevamos. Después, algunos cáncamos buenos y una vira terrosa que nos lleva a una sabina donde monto reunión. Largo con roca rota, matojero y terroso. Mirando croquis me doy cuenta de que he montado la reunión demasiado pronto. Da igual, así las cuerdas no rozan tanto.

La primera reunión desde el inicio del L2:



L2 (IVº): después del muro del primer largo esto ya parece una cresta.



Primero con tendencia a izquierdas, pasamos de largo la “R1 oficial” y subimos un muro con buena roca que nos deja a plena cresta. R2 en todo el filomeno.



L3 (IV+): espectacular, muy aéreo y bien asegurado. Achinando los ojos, cuando ya estás pensando en meter un cintajo, aparecen parabolts oscuros que se mimetizan con la roca.



Después del tramo horizontal, un muro de escalar (IV+) donde se me acaban las expreses.



Reunión improvisada en una sabina gorda.

Yóland sobrevolando el río Ésera y la carretera al más puro estilo Rebuffat.



Buena roca en el muro anterior a la reunión.



L4 (IVº): desde la sabina, rodear el bloque por la derecha y alcanzar una cómoda repisa. Ahora tenemos dos opciones: o seguir por la repisa en travesía horizontal o subir al filo de la cresta (bloques muy inestables) para luego destrepar un poco. Elijo la segunda opción y monto reunión al pie de la aguja más difícil (y bonita) de todas.

L5 (Vº, no obligado): roca mediocre en los primeros metros.



Luego mejora muchísimo. Asegurado con clavos, puentes de roca y parabolts como para no tener que meter nada.



El paso de escalar es acerable pero sale en libre.



Monto reunión justo al acabar la aguja para tener contacto auditivo-olfativo-visual con Yóland.



L5 bis (IIIº): le tira Yóland de primera, hasta que me grita que salga en ensamble.



Un pequeño tramo de cresta ancha para ir andando hasta llegar a un destrepe tipo chimenea y no expuesto. Al ir bajando, de poco vale que te aseguren.

El destrepe en cuestión, en la V que forman los dos bloques grandes de piedra:



Desde aquí podemos salir andando al pueblo (guarri-sendero a la izquierda) o hacer dos largos más de cresta por un filomeno cada vez menos vertical y menos aéreo.

L6 (IIIº): limpio. Se pueden colocar algunos cintajos y empotradores.



Reunión cuando la cresta pierde continuidad, mientras la cordada de detrás nos adelanta por el sendero y decenas de ingleses nos miran raro desde la ferrata de al lado.

L7 (IIIº): limpio y con roca rota en la parte central. Reunión en la barandilla del mirador. La nortada ya tapa el Monte Perdido, pero aquí luce el solazo.



Los croquis buenos, los de Luichy:



Y un rato de coche después, ya estamos en Benasque comiendo, viendo llover y salivando ante la esquiada que nos espera el domingo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario