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Couloir de Gaube al Vignemale (IV, MD, 600m, WI4)

Ya llevábamos varias semanas preparando un finde GRANDE. En los cruces de mails resonaban vías históricas, MD’s lejanos y caras norte de las que duelen en el estómago antes de entrar a ellas.



Finalmente, cuadramos horarios y elegimos destino. Nos vamos a Oulettes de Gaube y en función de las condiciones elegimos vía. Hugo tiene entre las cejas el Arlaud-Souriac, los demás no hemos hecho el clasiquísimo “Couloir de Gaube” (primera ascensión en el año 1889!!!!) y la Vía de los Seracs al Petit Vignemale puede ser un buen plan C.

1 Abril 2011

Paramos en Lourdes para pedir buena meteo y poco después estamos preparando trastos en Pont d’Espagne.



La cordada a punto de atravesar las puertas del Infierno.



En cotas bajas la primavera va ganando terreno al invierno. Bello bosque francés.



Desde el Lac de Gaube, la cara Norte del Vignemale asomando en lontananza.



Rodeamos el lago todavía con buen sendero y poca nieve.



Pero unos metros más arriba nos damos de bruces (no confundir con Bruce Willis) con los calores de esta semana.



Un alud bastante reciente y muy ancho donde nos hundirnos a plena satisfacción hasta las rodillas.



Una vez fuera del alud colocamos raquetas y subimos mucho más felicianamente.

Por detrás, Axel (que no estaba consciente en el mail donde se habló de las raquetas) jura y perjura en perfecto argentino.

Ya hemos dejado la primavera detrás y estamos en plena “zona invierno”. La cara Norte va ganando metros y grandiosidad con cada paso que damos.



En las encías de la gran boca.



Mañana subiremos entre el canino y el premolar por el Gaube, o la directa al segundo premolar por el Arlaud-Souriac, o igual nos vamos a la zona de las muelas del juicio, menos afiladas y más amables, con sus serács de sarro amenazante.....

Últimos metros antes del refu. Pensando en copiosas cenas y estufas calientes.



Una vez dentro, las botas de travesía ganan por mayoría. Mucha gente con esquís y pocos “escaladores”.



La noche previa a la actividad acelera pulsos y reaviva mentes. El guarda nos enseña una foto “de hoy”. Cascada del Gaube sin formar. Nada de rehielo nocturno. Con estas temperaturas, descartamos el Arlaud-Souriac y nos vamos con toda la artillería a intentar salir por arriba en el Gaube.

2 Abril 2011

Ring ring a las 3:30. Para no desentonar con la cena, el desayuno es escaso y malo. Crinch crinch (sonido de los crampones al pisar la nieve poco transformada) a las 4:30. A las 6:00 en la rimaya.



Inexplicablemente hay dos frontales ya a mitad de corredor. ¿Han venido desde Baysellance? ¿Han osado madrugar más que nosotros?

Pasamos la rimaya sin problemas (pero con la nieve blanda) y nos metemos en el mini canal que surca el corredor de arriba a abajo. Embutidos en una tubería semicircular donde no sabes si colocar los piolets dentro del tubo o fuera.

Sigue siendo de noche y el tubo se convierte en una rampa estrecha de hielo con roca a los lados. El primer piolet tracción del día rompe la fina capa de hielo e impacta contra la roca. Olor a pólvora azufrosa.

Después de estos metros con más intríngulis, mientras amanece, veo a Hugo en una repisa con la cordada que va por delante.

Resulta que ellos han salido del coche a las 21:00 y vienen en modo “non stop”. Son las 7:00 y hacen cara de sueño.

Estamos en el primer resalte serio y sacamos cuerda. Primero los vascos, después Hugo y Axel y finalmente José Luis y yo.



Como en la rampa de antes me ha dado una rampa, casi mejor que pase José Luis.



El largo sale bien con uno o dos tornillos y un clavo que hay a la izquierda. Reunión a la izquierda en un par de clavos.

Vistazo hacia abajo, la cosa va cogiendo aire y metros...



Por delante, los demás se han desencordado. Como no hay prisa y se formará tapón en la cascada, José Luis y yo vamos haciendo largos.



Tres largos más de nieve con algún pequeño resalte, reuniones a la izquierda en clavos. Bastante expuesto a lo que nos tiran los de arriba.

Para cuando llegamos al pie de la cascada los vascos anda peleándose con ella. Sufre el primero, sufre el segundo para salir y las horas, los trozos de hielo y las rocas pasan muy rápido.

A eso de las 10:00, empieza Hugo el largo clave del día. Hay que salir por arriba sí o sí. Con el “flash” que nos han hecho los vascos ya sabemos más o menos dónde asegurar y por dónde superar el muro.

Dos horas a pie de cascada ideales para atocinar piernas y congelar dedos.



Hugo resopla como nunca para sacar el paso. Los gritos de alegría nos indican que ya está al sol, fuera del corredor. Desde la reunión ve a los vascos encaramados al Pitón Carré.



“Triquiñuela productions” patrocinará este último largo. Axel y yo subiremos como segundos de la cordada de Hugo. Además, yo subiré como primero de la cordada de José Luis, quicir, con una cuerda por arriba y otra por debajo.

El largo comienza con un resalte de hielo y una rampa de nieve que va ganando pendiente hasta dejarnos en un muro de roca coronado por una visera horizontal de hielo. Imposible salir recto.



Con los deberes hechos, Axel "sisoma" para tirarnos buenas fotos.



Gancheando las cintas exprés de los tornillos consigo hacer la travesía a derechas y sacar un piolet agonizante por encima del hongo de hielo. Una vez aquí, juntar piolets arriba, apretar los dientes y subir pies.



Enseguida pierde verticalidad el largo y sólo hay que preocuparse de no tirar ningún bloque inestable.



Cara de "cuñao" agotado.





Así está el patio a la salida. Hugo asegurando y el fotógrafo en su nido de águilas.



Por detrás sólo queda José Luis por salir del marrón. Además, quitando tornillos no puede ganchearlos igual que nosotros y le cuesta algo más de esfuerzo.



Hinchados y henchidos de emoción salimos al sol del glaciar de Gaube.





Son casi las 12:00 h, el ir tres cordadas a la vez nos ha retrasado mucho.

Inmensidad blanca foqueable. Al fondo el macizo del Perdido y el corredor Swan.







El regreso con nieve cada vez más pestosa (sobretodo en el flanqueo de antes del refugio de Baysellance) y con las fuerzas cada vez más mermadas (no confundir con “mermeladas”).



En la Hourquette d’Ossoue, un par de pendientes buenas que dan para bajar en culenbajen, bajo la atenta mirada del Gaube.





A las 16:15 acaecemos de nuevo en Oulettes de Gaube, nos comemos toda la comida sobrante, cargamos mochila y nos vamos para abajo en el último capítulo de nuestra penitencia.





Con la actividad en el bolsillo la penitencia se hace corta, en menos de 3 horas estamos en el coche, echándonos desodorante en nuestros propios sobacos para buscar una pizzeria abierta donde den de cenar a 4 escuálidos cuerpos.

3 comentarios:

  1. Hugoooooo!!
    qué bueno encontrarte por casualidad, en cuanto he empezado a leer y cómo hablaban de un tal Hugo...digo a ver si va a ser él!? y en cuanto se han cargado las fotos...TACHÁAAÁN! el gran Hugo en persona!! que bueno verte por casualidad. Grrande grrande. Un abrazo para todos y muy chulo el corredorcete

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