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La Cabrera: Vía "Piloto" (IV+/A0 ó 6a)

De nuevo en La Cabrera, terreno de juego ideal para soltarse con el cacharreo y disfrutar del sol madrileño. Nos vamos a la “Piloto”, una vía a priori sencilla, con los largos limpios y las reuniones equipadas.



Tranquilo vivac cerca del pueblo, con nada de viento y no demasiado frío.



27 Noviembre 2011

A eso de las 9:00, con el solamen en la cara, recogemos el chiringuito y nos vamos a un bar a desayunar, que aun hace frío para escalar.

Con el estómago lleno volvemos a pasar junto al vivac, y encaramos la subida que nos lleva a pie de vía.



La gente ya está en el tercer largo del Espolón Manolín



y en la “Piloto” ya hay dos cordadas por delante nuestro. Es lo que tiene madrugar nada e irse a un bar. Vista general del primer largo, reunión en los árboles de arriba.



L1 (IV): paso tonto nada más salir del suelo. Luego buenas fisuras para proteger y montamos reunión en los árboles que hay libres a nuestra izquierda. Vistazo atrás, al fondo a la izquierda, la cuarta cordada del día cogiendo turno cual charcutería de barrio.



Mientras se van los de la cordada de delante, cambiamos la reunión a los árboles de la derecha para evitar futuros roces.



L2 (IV+): desde nuestra R1 vemos como la gente se encaja, gruñe y maldice sus mochilas en el diedro-chimenea del L2.



Inicio entretenido subiendo por los árboles, hasta hacer una travesía a derechas para coger la fisura que nos lleva a la R2.



Conforme voy subiendo la fisura se va abriendo y ya no sabes si subir en bavaresa, diedro, chimenea, empotrando o todo a la vez.



Además, la cosa no es muy protegible y las pulsaciones se aceleran. Reunión a la derecha en cómoda repisa.

En las vías de al lado, overbooking cabreresco.



Yóland con buena cara, después de la zona de encajamiento.



Vista general del L2.



L3 (IV): otro “cuartito” de nada que resultó ser el más peleón de todos.



Me obceco irracionalmente en el techo de la foto con temblores y motos varias, hasta que me chivan la comodísima repisa que tengo a la derecha para evitar desplomes innecesarios.

Una vez superada esa zona, la cosa no mejora y toca pelear con una dolorosa fisura de pies donde el camalot nº3 entra bien y el nº2 se queda corto. Reunión a la izquierda bajo la placa de 6a que ha rechazado a las dos cordadas de delante. Han intentado escaquearse por la derecha y por la izquierda y cuando llegamos nosotros nos dejan pasar delante.

L4 (IV/A0 o´6a): diez ojos mirándome fijamente y diciendo al unísono “eres nuestra única oportunidad”. Empiezo con ganas de encadenar, pero al final acabo pillando parabolt y saliendo en un digno A0 de la zona dura. Luego buena fisura a equipar donde encontraremos un par de friends abandonados ”pa siempre”.



Reunión en el espolón de la izquierda, con contacto visual con la R3.
L5 (IV): ya “golemos” el final de la vía. Como habíamos leído en algunos croquis, iremos en un sólo largo hasta el mismo vértice del Pico de la Miel. Ojo con el roce y con que no nos oiremos.



Bonita fisura a mitad de largo y luego trepada fácil entre bloques hasta la cima.



Plegamos cuerdas



y nos vamos para abajo por el callejón Soyermo, donde siempre montamos un rápel de fortuna.



El Otoño ya ha llegado, pero en La Cabrera aun podemos escalar en manga corta.



Los locales apurando los últimos largos de la tarde.



Croquis buenos en el blog de Josetxu. Para todo lo demás, los nuestros. Clic para ver en grande y a lo grande.



Volveremos a La Cabrera, aunque ya van quedando pocas cosas "fáciles" que hacer aquí...

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