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Val Daone (1 y 2): barranquete (WI2+) y "Machu Picchu" (240m, WI3)

Seguimos rebuscando en los medios fondos del baúl de los recuerdos. Hace un par de inviernos, nuestra peregrinación anual al "ghiaccio" italiano nos llevó a Val Daone. Teníamos un par de apartamentos para 7 maromos en Tione di Trento y un pdf muy gooordo con todas las cascadas del valle (y los valles cercanos). 

Sin embargo, las condiciones no eran ni mucho menos las ideales. Había nevado muy poco las semanas anteriores, y aunque hacía frío no había casi nada formado. En las próximas piadas, unos cromos con lo que pudimos escalar esos días.

Enero 2019

Entre aterrizar en Bérgamo, alquilar el coche y pillar algún atasco, llegamos a mediodía a Val Daone. Pensábamos aparcar justo en el pie de vía de la "Machu Picchu", pero no contábamos con que la carretera está cortada desde el Lago de Malga Boazzo de diciembre a abril. Ah pues!

Total, que son las 14:00 cuando empezamos a andar, por delante unos 40 minutos de aproximación hasta la cascada. Vaya horas para ser pleno invierno.

Ochocientas señales de prohibido y la explicación del asunto en un folio que hay pegado en la barrera.

Ya en la "Machu Picchu", la visión es dantesca: poco hielo y pocas ganas de estar las tres cordadas en la misma goulotte.

Seguimos remontando la carretera y achinando los ojos a ambos lados, localizamos un barranco con buen hielo en la parte alta. Dos de las cordadas decidimos probar suerte en ese barranquete remontando la ladera que tenemos a mano derecha y la otra decide recular e intentar escalar la "Machu Picchu".

Nuestro primer largo son un par de muretes sencillos (WI2) de hielo estalladizo con zonas de hielo plástico y algo de agua en la zonas horizontales. Nasta y Raúl pasan a pelo y Alberto y yo hacemos un mini largo.

El segundo largo es casi de caminar, pero como hay un resaltillo al final, seguimos asegurando.

Ahora sí, recogemos algo de cuerda y salimos caminando en ensamble.
Alguien perdió un piolet por aquí! Esperemos que no haya ningún arrampicatore di ghiaccio ahí debajo...
 Continuamos unos 150/200m "caminando", hasta llegar a otro resalte que pide un tornillo.
Por fin llegamos a un murete entretenido (WI2+?) de unos 40 metros, que será lo mejor del día.
Después de ese largo, mirando el reloj y sin saber cómo continúa el barranco, decidimos empezar a rapelar, que no son horas de marear más. Primer rápel de un árbol.

Un segundo rápel de un cordino roñoso que asomaba a mitad del cauce para descender los muretes que hicimos en ensamble. Y un tercer un último rápel para terminar caminando por la margen izquierda de la cascada, hasta las mochilas.

Como era de esperar, se hizo de noche, pero en 15 minutos llegamos a la carretera.

Cuando pasamos junto a la Machu Picchu, se ven frontales en la R2, a los colegas se les han enganchado las cuerdas y tardarán un rato en bajar. La cascada estaba finita pero se podía escalar. Buena noticia.

En el camino de vuelta al coche, ya reunidos los 7 magníficos, vamos comentando la jugada y organizando el día siguiente. Los que hemos ido hoy al barrancucho iremos mañana a la Machu Picchu, y los de la Machu Picchu, mañana a la ancha y tumbada "Excalibur", que parecía bastante bien formada vista desde lejos.

Enero 2019 - Val Daone (el día siguiente)

Repetimos la jugada de ayer. Aparcar junto al lago y caminar 40 minutos para llegar al inicio de Machu Picchu. Pese a ser domingo, no hay mucho movimiento por el valle. La gente está escalando en cascadas a mayor altitud por la zona de Brenta y tenemos, casi para nosotros sólos, éstas escuchimizadas líneas en condiciones ibéricas.

La "comparachione" del asunto con el avanzadísimo formato GIF: así debería estar la cascada según croquis...y así está...fina, fina. Casi de WI3+.

Música y al lío. 

 

"Putting your patience to the test
Putting your body on the line, for less
Didn't you know there was a choice?
It's never yours but someone else's voice"

L1, algunos mondongos de hielo permiten proteger. Largo corto (15/20m) para ir entrando en calor. 

La cosa no está para echar cohetes, pero el poco hielo que hay permite proteger y progesar más o menos con diginidad.
Final L1, desde la cómoda repisa de la reunión.
L2, el largo clave de la vía, por las condiciones en las que estaba.
Difícil de proteger los primeros 5 metros, luego hay algo más de hielo y entran tornillos cortos/medianos.
Grandi, Alberto!
"Selling your body to the street
Selling your girlfriends to the night, for cheap
Wearing a jacket made of meat
Sealing a letter made with horse's feet
And now you've heard that..."
Final L2
L3, más sencillo que el anterior....sucesión de resaltes de hielo.
Detalle de R3, situada a mano derecha. Toda la vía es rapelable.
Final L3, con un tramito casi de mixto (no confundir con el sandwich de jamón york y queso) para llegar a la reunión.
"Waves turn to grey
Life in the shade
A violent crime
And that's on USA
Platinum's on the rise
Playboys in disguise
I'm just tryin' to find
A mountain I can climb"
L4, bonito muro con hielo abundante (por fin!) y algo estalladizo.
Alberto en la R4 y por encima los dos largos que nos quedan.
L5, pequeño resalte y luego tramo tumbado con hielo estalladizo.
Vistas hacia R4.
Final L5. En estos tramos de hielo gordo, se ve que la cascada está bastante picada, con mucha huella.
L6, 60 metros justos, para salir de la cascada y poder bajar caminando.
Segundo muro del L6.
Terminando L6. Por detrás unos italianos que iban sobraos, metiendo un tornillo cada 20 metros.
R6 en un árbol a mano izquierda.
Descenso caminando hasta la carretera. Delicado con nieve reciente....en nuestro caso, los crampones agarraban bien en la hierba.

Lo del barranquete de ayer casi ni valía la pena reseñarlo, pero hoy en la Machu Picchu lo hemos pasado fenomenal. Dentro de su grado, una de las mejores cascadas de Val Daone, con 6 largos "divertentes" si la pillamos justa de hielo. Os dejo los croquis del pdf que montamos, con pantallazos de la web TrentinoExperience.
Por cierto, los colegas en la "Excalibur" también lo pasaron bien, aunque la cascada les gustó menos que la Machu Picchu. Además, Alejandro descubrió que los piolets hay que afilarlos de vez en cuando y sus gritos cuando las herramientas le rebotaban en el hielo, aun se oyen en las noches sin luna de Val Daone.

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