Enero 2019
La cascada desde lejos no tiene mala pinta, se ve agua correr por debajo, pero parece que hay posibilidad de evitar la chopadina.
Gélidos amaneceres, hoy la mínima era de -10ºC. Por fin nos evitamos la caminata de 40 minutos por la carretera, en apenas 5 minutos de paseo con vistas... ...llegamos al inicio de la Regina. Nos disfrazamos de escaladores. Y escalamos un primer muro a pelo, sobre nieve helada y colifrlores que permiten progresar muy bien. Ya a pie de casacada, bajo unos muros verticales que para nosotros serían de grado 4. La idea es escalar la parte izquierda, alejándonos todo lo posible del caudal de agua que baja por los muros huecos de la derecha.En la canción de hoy, el glam-rock nos recomienda afinar el oído.
"So you think I got an evil mind
Well I'll tell you honey
And I don't know why
And I don't know why"
Comienza nuestro sensei y la cosa se empieza a torcer. Hielo estalladizo como el que hemos tenido los días anteriores.
Pero esta vez, con cada golpe de piolet, aparecen grandes fracturas y crujidos que van de lado a lado del muro. Parece que el bajón de temperaturas no le ha sentado muy bien a la cascada.
"So you think my singing's out of time
Well it makes me money
And I don't know why
And I don't know why
Anymore
Oh no"
Probamos algo a la derecha, y aquello aun suena más a hueco. Como si fuera nochevieja, la cascada nos ha cantado "los cuartos", así que antes de que empiecen las "12 campanadas" y nos mande para abajo, nos vamos nosotros con las orejas gachas y el culito prieto.
Ya lo decían los Slade: "cum on feel the noize".
El abalakov nos sale "a vista". Al fondo, gran bujero por el que aun corre bastante caudal.
Alejandro rapelando el tramo de trepada que hemos subido hace un rato. Una pena, porque la cascada es muy estética. En la parte alta de la cascada tampoco teníamos muy claro si había paso o no, así que nada, otra vez será.Después del "pericolo di morte" toca reorganizar la mañana. Recordamos que justo enfrente de la Machu Picchu, había una cascada de grado 3 que parecía escalable: la "Giazzo Pazzo".
Es nuestra última posibilidad de escalar hoy. La mala noticia es que por cuarto día consecutivo, tenemos que patear los monótonos 40 minutos de carretera hasta la Machu Picchu y, desde ahí, cruzar el río principal del valle, para llegar a la Giazzo Pazzo.
Alguno metió la pezuña en estas aguas heladas."Humor amarillo" versión invernal.
Y aquí ya escalando el L2, el muro de 60 metros. Si nos giramos, en la ladera de enfrente tenemos la espectacular línea de la Machu Picchu.
La Giazzo Pazzo, parecía más tumbada vista desde abajo, pero guarda algunos tramos verticales y un hielo cristal, totalmente transparente, donde cuesta clavar los piolets. Seguramente, si la pillamos más formada, será algo más fácil de escalar.
Después de ver resoplar a Hugo, le digo que me deje puestos todos los tornillos y aun acabaré metiendo 2 ó 3 más que él.
Qué postura tan pofesioná! Éste muro de 60 metros, va a ser uno de los mejores largos de todo el viaje. Hielo cristal muy duro, tramos verticales y una dificultad que ya nos vino justita.Reunión a mano derecha en tres clavos triangulados con un spit.
Para regocijo de los cientos de miles de millones de admiradores de Circomarco en el planeta Tierra y sus alrededores, el final del largo fue grabado en formato vídeo por el camarógrafo Alejandro.
Ambientazo llegando a la reunión. Al fondo, la carretera al sol. Por delante aun queda un largo tumbado para salir de la cascada (L3), pero vamos con el horario justo: hay que llegar al aeropuerto de Bérgamo a media tarde. Rápel de 60m de R2 a R1 y destrepe por la parte izquierda (sentido bajada) desde R1 a R0. Último pateo por la carretera... ...y procedemos al habitual esparrame de fin de viaje. Ojo, que la foto contiene un culo en pompa que puede herir la sensibilidad del lector del blog. Termina un viaje más en busca del "ghiaccio italiano", no hemos escalado muchos metros, ni mucha dificultad, pero a risas no nos ha ganado nadie.
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