Puig Campana: Arista Aristóteles (400m, V)

El último chispazo neuronal del año, nos lleva a nuestro querido Puig Campana a escalar cargados con saco y esterilla. ¿Pero en qué estaríamos pensando?

29 Diciembre 2012

A pie de coche, ultimamos mochila, material y víveres como si fuéramos camino de una gran pared alpina. Si todo sale bien, tenemos unos 1.000 metros de escalada por delante. Acumulamos agua al estilo dromedario y comenzamos la aproximación a pie de vía.



Pese al madrugón, venir desde Valencia cuesta un ratillo, y son casi las 11 cuando llegamos al grafitti que indica el inicio de la arista.



Visto el panorama poco picante, Quique se anima a darle de primero y practicar la autoprotección.



Yolanda y yo en el L1 (III) cargados como mulas.



L2 (IV): estamos al pie de una panza fisurada. Le damos un tiento, pero me pilla en frío y el escaqueo que hay a la izquierda es muy goloso.



Así que, saco el friend y me voy de paseo por la vira matojera.



Seguramente la vía no irá por aquí, pero la circunvalación no queda del todo mal.

Llegamos a la R2 en un largo bastante largo. Reunión de aspecto tétrico pero reforzable con dos empotradores en la fisura de la derecha.



L3 (IV+): por no andar cambiando cabos, sigo yo de primero.

Desde la reunión hay que “darse cuen” de los grafittis. Marcada con una “A” la clara travesía a derechas.



Y ahí vamos.



Después de la travesía, enderezar el largo por zonas con fisuras verticales con buena roca. De momento el mejor largo del día. Reunión en dos parabolts en mejor estado que los de la R2.



L4 (IV): escalar unos metros hasta alcanzar la arista



y continuar por el espolón de la derecha para desembocar en una terraza herbosa (reunión en un árbol).

Así nos ve Quique en el principio del largo. Del calor que hace no se puede estar ni en manga corta.



A nuestra izquierda, una cordada en el “espolón Finestrat” (una de las vías que más tiempo lleva en nuestra carpeta de “pendientes”).



Como vamos sobrados de tiempo (que para eso haremos vivac), nos permitimos un picoteo mientras andamos hasta la R4bis.

L5 (IV): Quique en el paso tonto del largo. A la izquierda el marcado diedro (en sol y sombra) del L6.



L6 (V): según todas las piadas, el largo bonito de la vía. Y no se equivocan. Buena roca, cierto ambiente y algún paso de escalar fino.



Equipado con algún clavo bueno, un clavo que se mueve más que Ronaldinho en los carnavales de Río, y algún tramo a proteger.



Montamos reunión, sin apurar la cuerda, en unos puentes de roca bien grandotes.

L7 (IV+): el diedro continua algo más tumbado, pero nosotros saldremos a la arista de la izquierda. Un clavo naranja protege los primeros pasos.



Largo aéreo, con roca excelente y mucho ambiente. Reunión equipada.

L8 (IV): similar al anterior pero con dificultad decreciente conforme ascendemos.



Así los veo a ellos en la R7.



Ambiente 100% de arista alicantina.



Apurando cuerda, llegaremos a la reunión rapelable donde finaliza la arista Aristóteles.

Por delante, la cordada del Espolón Finestrat ya está en la arista Pepsi. Era nuestro objetivo para hoy, pero el horario ya se nos está yendo un poco de las manos.



Cuando llegamos todos a la R8, ya son más de las 4 de la tarde. Nos quedan menos de dos horas de luz, 3 o 4 largos por delante y algún que otro rápel. Mejor nos bajamos de aquí y ya haremos otro día la Pepsi.

Primer rápel corto (5-6 m) hasta la brecha entre aristas.



Segundo rápel (55m) desde la brecha (menudo aire más fresco corre!)



hasta un barranco secundario.



El segundo rápel nos deja en un barranco sin salida aparente.

Mirando hacia abajo, debemos hacer una trepada hacia nuestra izquierda y un pequeño rápel (o destrepe de 5 metros) para llegar al Barranc de l’Infern y poder bajar andando al coche.

Yolanda en el último rápel (opcional). Nosotros reforzamos los cintajos viejos con un cordino nuevo.



El making off de la foto.



Con tanto rápel, se nos van los minutos y el Puig Campana ya se está poniendo el pijama anaranjado.



Ésta era la zona donde teníamos planeado vivaquear, pero visto en directo, no hay repisas cómodas, ni anchas, ni horizontales.

Nuestras ganas de vivac se desinflan por momentos y empezamos a pensar en bajar al coche y dormir sin racionar agua ni escalar ocho largos más al día siguiente. Dejaremos las vías de la pared sudoeste para otra vez (la carpeta de “pendientes” de convertirá en carpesano dentro de poco).

Disfrutamos de un atardecer maravilloso, mientras bajamos por sendero conocido y el ambiente se oscurece a cada minuto que pasa.



La silueta de la arista que hemos hecho hoy.



Llegamos al coche tirando de frontal y nos tomamos una cerveza en Finestrat.

30 Diciembre 2012

Hoy amanecemos con éstas vistas.



En la guantera del coche, circulan unos croquis de Font d’Aixa. Como plan B para días tontos, no es mal plan.

En el desvío de la carretera hay un cartel indicador.



Buenísima zona para invierno, con multitud de vías de V, V+ y 6a, de buena calidad y con buena roca en general.



De la tontada de ayer escalando con mochilón, tenemos unas bonitas rozaduras sobacales. Pero ello no nos impide escalar al sol sin camiseta y disfrutar de vías como Cilla (V), El hijo de Winne (V+), Perell el Cacaolat (V+), El hombre frío (V+) o la espectacular Kulore (V+).

El sector izquierdo es algo más cutre. Subimos “Viviendo en la esperanza” (6a) y a punto estuvimos de decotar.