21 Noviembre 2010
Una vía que teníamos pendiente desde el intento de este verano.
Toda la Hispania está ocupada por las borrascas… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles escaladores resiste todavía y siempre al invasor.
Negruzcas nubes se atreven a oscurecer la mañana, pero no son más que los rescoldos del frente.
Un poco de paseo por el arcén, atravesamos un túnel y nos topamos con el ambientaso del barranco del Mascarat, tierra de bandoleros y encapuchados que asaltaban a los viajeros de finales del siglo XVII.
Desde ahí se hicieron los primeros “puentings” del país:
L1 (45 m, IV, 2 parabolts?): inicio al lado contrario a la caseta eléctrica en el muro donde pone UBSA.
Primera parte algo rota y luego un muro más compacto. Se puede meter algún friend y cordinos. Reunión en los propios anclajes de la red antipedruscos.
L2 (45 m, V): paso tonto al salir de la reunión.
Bien equipado con parabolt, en las zonas donde no hay se pueden usar gordos puentes de roca.
L3 (59 m, IV-, 1 parabolt): largo de transición entre los dos muros principales. Arista de “andar” con un paso aislado de IV-.
Posibilidad de realizar una reunión intermedia en unos cordinos. Nosotros apuramos los 60 metros de cuerda hasta montar reunión al pie del muro del L4.
A la derecha la Aguja Inferior de Mascarat, con un puñado de buenas vías.
Reunión en parabolt+clavo junto a otro grafiti made in UBSA.
L4 (45 m, V): salir en diagonal hacia la derecha por un terreno con apariencia de roto. El parabolt casi no se ve desde el suelo, pero está ahí, a unos 5 metros.
Seguir un poco más por la fisura vertical, flanquear a la derecha y continuar por un estético y aéreo muro equipado con parabolt con algo de alegría entre seguros. Al llegar a la repisa andar casi 10 metros a la derecha hasta la reunión UBSA (parabolt+2 clavos+posible puente de roca).
L5 (35 m, V+): el famoso y pulido diedro de V+. Salir en travesía a derechas desde la reunión hasta ponerse en la vertical del diedro. La parte de abajo se protege bien con un friend pequeño.
Diedro equipado con parabolt. Algún paso fino con pies pequeños y muy sobados.
El final del L5, sobrevolando el barranco:
Reunión en un doble puente de roca.
L6 (30 m, V): muro vertical con algún bloque suelto (ojo!) hasta llegar a la placa lisa donde comienza la travesía.
De nuevo algún paso sobado, protegido con dos clavos viejos y con un patio de narices. Me esperaba la travesía en el siguiente largo pero parece que el paso duro ya lo he hecho en éste. Reunión en parabolt+clavo+buril oxidado+spit oxidado en el sitio con más ambiente de toda la vía.
L7 (50m, IV+): aún quedan unos 5 metros de travesía muy aérea pero fácilmente protegible con un friend mediano (nº1) y un puente de roca. Después un diedro con un paso tonto (útil friend pequeño) y un largo muro bastante equipado con parabolt.
Buenas vistas desde el final de la vía:
Plegamos cuerdas y ya en zapatillas cresteamos hacia el Oeste en busca del sendero de bajada. Detrás el Peñón de Ifach y la Sierra de Toix:
Bonito ejemplar de aracnidus gordus a puntus de picarnus en la bajada:
Destrepe de bolos rigleros para llegar a la carretera:
Los croquis de la Rockfax. Se nota que le subo un plus a muchos largos?
Y éstos de Ressenya.net, con los grados más “reales”:
http://ressenya.net/php/vimprimible.php?id=339
Vía muy recomendable para buscar el sol invernal, bastante equipada, con muy buena roca y con un entorno de lo más curioso.
Normal al Fire+Anorexia al Colorado+La caída de los Dioses
6-7 Noviembre 2010
Finde riglero con cenas multitudinarias y partidos de fútbol improvisados en el parking. El sábado, mientras los escaladores se reparten por el Pisón y la Visera, Gabi y yo nos vamos al Fire. A subirlo por lo fácil, por detrás.
El día amanece con un buen mar de nubes, cogemos la pista que va hacia el circo de verano y vamos ganando metros hasta llegar al collado del Fire.
Por aquí viene la ruta de bajada de los que hacen la Galletas, la Directa As Cimas y el resto de vías largas del Fire.
Como lo de hoy ha sido idea de Gabi, le cedo el turno. Primer largo de II/III, se puede poner algún friend o empotrador.
Reunión en una sabina que se utiliza para rapelar. 45 metros fáciles que se pueden hacer con zapatillas.
Por detrás Peña Ruaba y el río Gashego bajo las nubes.
La sombra del Fire es alargada, rollo espectro de Broken.
El segundo largo me toca a mí. Desde la sabina sale un marcado sendero. Cuando me doy cuenta de que es un marcado sendero desmontamos la reunión y seguimos con la cuerda en la mano.
En eso que acaecemos al pie de un muro descompuesto con un cable ferratero que sigue la línea del rápel. De nuevo le toca a Gabi, 25 m, IV. Se pueden ir chapando los anclajes del cable y algún parabolt. Aquí ya sacamos los gatos.
Siguiendo con la tónica Schweppes general, me tocan los largos duros, es decir una canal de primer grado con árboles y raíces para colocar cintajos. Con poner un cintajo o dos para evitar sustos ya vale.
La canal se cierra al final con un bloque al que tendremos que trepar para montar reunión en las típicas argollotas rigleras.
A nuestra derecha el paso de la vía, que acertadamente se ha bautizado como “El Paso de la Vía”: travesía de 4 metros de IV+ bien chapada con parabolt y con un patio de tres pares de c..jones.
Hay un cable para guiar el rápel en la bajada, pero nuestra religión nos impide agarrarnos a él en la subida. Después de la travesía, muro vertical descompuesto con difícil protección hasta llegar a la repisa donde se encuentra la reunión.
Desde aquí hasta la “Punta no me importa”, otro sendero de andar donde podemos chapar un espit. Vistas increíbles sobre el pueblo, el Pisón y el Puro. Hora y media desde el pie de vía.
Nuestra punta y la Mallafré están separadas por una importante brecha, así que nos iremos sin subir a lo más alto del Fire. Para otra vez ya sabemos que podemos ir por la vía Ernesto (6a, equipada con parabolt) que sale desde el jardín intermedio a la izquierda del largo de IV.
Pequeño piscolabis bajo la mirada de los buitres y rapelamos por donde hemos subido. En el rápel del Paso de la Vía hacemos buen uso de los cables.
Y también rapelamos la canal de árboles.
Y desandamos el sendero que nos lleva a la sabina del último rápel.
Croquis del asunto realizado. La ruta coincide con la bajada normal del Fire.
Con toda la tarde por delante y toda la mañana por detrás, vamos al coche, comemos, bebemos, dejamos material, cogemos cintas expreses y vamos hacia los Mallos Pequeños (Little Mays).
Mientras subimos por la pista nos encontramos con Raúl y Montse que vienen ahora de tierras catalanas. Juntamos fuerzas y nos vamos a una de las vías que Gabi aun no ha hecho en el Mallo Colorado (Red May), la “Anorexia” (V+, 130m).
Primer largo con alguna panza de apretar,
segundo largo con algo menos de apriete
y los dos últimos largos con bastante menos dificultad.
Buena vía para no sufrir demasiado y para mi primera vez en el Colorado. Rápel desde la sabina de la cumbre.
Ya atardeciendo, bajamos al pueblo y nos juntamos con los del rockostage.
Entre cervezas y partidos de furgol se nos hace de noche. Y Agnes todavía rapelando del Pisón. Vamos a donde acaba el rápel volado a recibirla con nuestras mejores cervezas, botellas de agua y collares hawaianos.
Cena en el albergue y a sobar a la chopera que hay detrás.
Amanece muy otoñal, con posibilidad de lluvia y algo de viento. Tras el overbooking que tuvo ayer la pared, hoy la gente está tranquila. A las 9:00 aún no tenemos muy claro dónde ir. El Puro está descartado, bastante viento y pocas ganas de bajarnos a mitad de vía. Gabi parece que hoy no escala y Agnes me quiere liar con planes desorbitados de 6c y 6b.
Finalmente hay trato y nos vamos a la “Caída de los Dioses” (6b, 4 largos). justo a la izquierda del Espolón Adamelo. El primer largo lo marca de 5c, como es de los fáciles me toca a mi.
Un par de panzas o tres bastante duras. No sale a vista y me tengo que colgar. Gabi, al más puro estilo “jubilado que mira obras”, me tira alguna foto buena.
Bastante dignos llegamos a la R1 y Agnes sigue de primera.
L2, 6b según los croquis y con buenas panzas nada más salir de la reunión. Aquí los antebrazos ya comienzan a supurar aunque subo sin apenas colgarme en todo el largo (decotable a 6a?).
Como me he visto bien, tiro de primero en el L3. A mi derecha una panza que sale fácil y bien equipada con parabolt. Cuando paso la panza y con tres expreses chapadas, me doy cuen (leer rollo Chiquito: “te das cuen??”) de que me he liado y estamos en el Adamelo. Voy destrepando y deschapando y empiezo de nuevo el largo pero por la izquierda. Esto ya es otra cosa.
Una panza que me pone a tono y una segunda panza que me destroza pa siempre. Le digo a Agnes que me baje, pasa ella de primera y yo me arrastro lamentablemente durante todo el largo. Estribos, quejidos, manos que no cierran, etc, etc. Para mí que el 6b está en este largo.
Los de la vía de la izquierda también sufren.
El siguiente largo (L4) ya tiene otra pinta.
Siempre más a la izquierda que el Adamelo hasta que no hay más remedio que juntarse con esa vía al llegar a la reunión. En la R4 toca apretujarse y esperar.
El último largo (L5) ya es del Adamelo, paso yo delante y en un largo muy largo (casi 60 m) llego al final del espolón junto a los cables que llevan a la línea de rápeles.
En los rápeles nos juntamos tres cordadas. Los primeros van con cuerda simple de 70 y van montando los rápeles cortos.
Tramos con destrepes incómodos y algunas gotas que nos recuerdan que hoy había previsión de lluvia.
El rápel volado de 60 metros lo montamos uniendo nuestras cuerdas y llegamos al suelo a la hora de comer y sin habernos mojado.
Buen finde de escalada, para volver a comprobar que los 5c de Riglos pican y con el Puro todavía en la “libreta de pendientes” (slopes notebook).
Finde riglero con cenas multitudinarias y partidos de fútbol improvisados en el parking. El sábado, mientras los escaladores se reparten por el Pisón y la Visera, Gabi y yo nos vamos al Fire. A subirlo por lo fácil, por detrás.
El día amanece con un buen mar de nubes, cogemos la pista que va hacia el circo de verano y vamos ganando metros hasta llegar al collado del Fire.
Por aquí viene la ruta de bajada de los que hacen la Galletas, la Directa As Cimas y el resto de vías largas del Fire.
Como lo de hoy ha sido idea de Gabi, le cedo el turno. Primer largo de II/III, se puede poner algún friend o empotrador.
Reunión en una sabina que se utiliza para rapelar. 45 metros fáciles que se pueden hacer con zapatillas.
Por detrás Peña Ruaba y el río Gashego bajo las nubes.
La sombra del Fire es alargada, rollo espectro de Broken.
El segundo largo me toca a mí. Desde la sabina sale un marcado sendero. Cuando me doy cuenta de que es un marcado sendero desmontamos la reunión y seguimos con la cuerda en la mano.
En eso que acaecemos al pie de un muro descompuesto con un cable ferratero que sigue la línea del rápel. De nuevo le toca a Gabi, 25 m, IV. Se pueden ir chapando los anclajes del cable y algún parabolt. Aquí ya sacamos los gatos.
Siguiendo con la tónica Schweppes general, me tocan los largos duros, es decir una canal de primer grado con árboles y raíces para colocar cintajos. Con poner un cintajo o dos para evitar sustos ya vale.
La canal se cierra al final con un bloque al que tendremos que trepar para montar reunión en las típicas argollotas rigleras.
A nuestra derecha el paso de la vía, que acertadamente se ha bautizado como “El Paso de la Vía”: travesía de 4 metros de IV+ bien chapada con parabolt y con un patio de tres pares de c..jones.
Hay un cable para guiar el rápel en la bajada, pero nuestra religión nos impide agarrarnos a él en la subida. Después de la travesía, muro vertical descompuesto con difícil protección hasta llegar a la repisa donde se encuentra la reunión.
Desde aquí hasta la “Punta no me importa”, otro sendero de andar donde podemos chapar un espit. Vistas increíbles sobre el pueblo, el Pisón y el Puro. Hora y media desde el pie de vía.
Nuestra punta y la Mallafré están separadas por una importante brecha, así que nos iremos sin subir a lo más alto del Fire. Para otra vez ya sabemos que podemos ir por la vía Ernesto (6a, equipada con parabolt) que sale desde el jardín intermedio a la izquierda del largo de IV.
Pequeño piscolabis bajo la mirada de los buitres y rapelamos por donde hemos subido. En el rápel del Paso de la Vía hacemos buen uso de los cables.
Y también rapelamos la canal de árboles.
Y desandamos el sendero que nos lleva a la sabina del último rápel.
Croquis del asunto realizado. La ruta coincide con la bajada normal del Fire.
Con toda la tarde por delante y toda la mañana por detrás, vamos al coche, comemos, bebemos, dejamos material, cogemos cintas expreses y vamos hacia los Mallos Pequeños (Little Mays).
Mientras subimos por la pista nos encontramos con Raúl y Montse que vienen ahora de tierras catalanas. Juntamos fuerzas y nos vamos a una de las vías que Gabi aun no ha hecho en el Mallo Colorado (Red May), la “Anorexia” (V+, 130m).
Primer largo con alguna panza de apretar,
segundo largo con algo menos de apriete
y los dos últimos largos con bastante menos dificultad.
Buena vía para no sufrir demasiado y para mi primera vez en el Colorado. Rápel desde la sabina de la cumbre.
Ya atardeciendo, bajamos al pueblo y nos juntamos con los del rockostage.
Entre cervezas y partidos de furgol se nos hace de noche. Y Agnes todavía rapelando del Pisón. Vamos a donde acaba el rápel volado a recibirla con nuestras mejores cervezas, botellas de agua y collares hawaianos.
Cena en el albergue y a sobar a la chopera que hay detrás.
Amanece muy otoñal, con posibilidad de lluvia y algo de viento. Tras el overbooking que tuvo ayer la pared, hoy la gente está tranquila. A las 9:00 aún no tenemos muy claro dónde ir. El Puro está descartado, bastante viento y pocas ganas de bajarnos a mitad de vía. Gabi parece que hoy no escala y Agnes me quiere liar con planes desorbitados de 6c y 6b.
Finalmente hay trato y nos vamos a la “Caída de los Dioses” (6b, 4 largos). justo a la izquierda del Espolón Adamelo. El primer largo lo marca de 5c, como es de los fáciles me toca a mi.
Un par de panzas o tres bastante duras. No sale a vista y me tengo que colgar. Gabi, al más puro estilo “jubilado que mira obras”, me tira alguna foto buena.
Bastante dignos llegamos a la R1 y Agnes sigue de primera.
L2, 6b según los croquis y con buenas panzas nada más salir de la reunión. Aquí los antebrazos ya comienzan a supurar aunque subo sin apenas colgarme en todo el largo (decotable a 6a?).
Como me he visto bien, tiro de primero en el L3. A mi derecha una panza que sale fácil y bien equipada con parabolt. Cuando paso la panza y con tres expreses chapadas, me doy cuen (leer rollo Chiquito: “te das cuen??”) de que me he liado y estamos en el Adamelo. Voy destrepando y deschapando y empiezo de nuevo el largo pero por la izquierda. Esto ya es otra cosa.
Una panza que me pone a tono y una segunda panza que me destroza pa siempre. Le digo a Agnes que me baje, pasa ella de primera y yo me arrastro lamentablemente durante todo el largo. Estribos, quejidos, manos que no cierran, etc, etc. Para mí que el 6b está en este largo.
Los de la vía de la izquierda también sufren.
El siguiente largo (L4) ya tiene otra pinta.
Siempre más a la izquierda que el Adamelo hasta que no hay más remedio que juntarse con esa vía al llegar a la reunión. En la R4 toca apretujarse y esperar.
El último largo (L5) ya es del Adamelo, paso yo delante y en un largo muy largo (casi 60 m) llego al final del espolón junto a los cables que llevan a la línea de rápeles.
En los rápeles nos juntamos tres cordadas. Los primeros van con cuerda simple de 70 y van montando los rápeles cortos.
Tramos con destrepes incómodos y algunas gotas que nos recuerdan que hoy había previsión de lluvia.
El rápel volado de 60 metros lo montamos uniendo nuestras cuerdas y llegamos al suelo a la hora de comer y sin habernos mojado.
Buen finde de escalada, para volver a comprobar que los 5c de Riglos pican y con el Puro todavía en la “libreta de pendientes” (slopes notebook).
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