Georgia es un país enclavado entre Europa y Asia, con un pasado soviético (se independizó de Rusia en 1991) y una variedad geográfica que permite pasar de estar bañándote en el mar Negro en la turística ciudad de Batumi a ascender montañas que superan los 5.000 metros en el Cáucaso.
Su faceta "europea" permite acceder al país sin necesidad de visado (sólo disponiendo de un pasaporte de la UE) y hay buena combinación de vuelos desde España.
Julio 2018
Una vez allí, llegaremos a un país "en construcción" para algunas cosas y "en abandono" en otras. Se está invirtiendo bastante en mejorar las comunicaciones y potenciar el turismo, pero el aspecto general es de decadencia post-soviética bien asumida. Tras los conflictos con Rusia, se suele recomendar no viajar a las regiones de Abjasia y Osetia. En el resto del país, no deberíamos tener ningún problema.
Los georgianos son gente recia, muy ortodoxa y con un idioma que no hay por donde pillarlo (Georgia se escribe საქართველო, casi ná!). La mayoría sólo habla georgiano o ruso y comunicarse en inglés será difícil, excepto en las zonas más turísticas...y aun así, muchas veces acabaran tirando del traductor del teléfono para entenderse contigo.
Curiosamente su capital, Tiflis (o Tbilisi) está hermanada con Bilbao y dicen que comparten ciertas palabras, tradiciones, rasgos y orígenes.
Georgiano bajo la cascada Leghvtakhevi, un día cualquiera, a pocos minutos del centro de Tiflis. En verano es fácil pasar de los 35ºC a mediodía y se hace bastante duro estar de turisteo por la capital.
Tiflis lleva los contrastes al máximo nivel: arquitectura de vanguardia entre edificios en ruinas...
...iglesias ortodoxas conviven con mezquitas...
...casinos de lujo junto a baños turcos, puentes iluminados y callejones oscuros.
Recomendable subir en el teleférico que por 1€ (casi como en Alpes!!) te lleva a la parte alta de la ciudad, junto a la estatua de la "Madre de Georgia" (Kartlis Deda).
Buenas vistas de la capital, tanto de día como de noche.
Mtskheta no me gustó tanto, simplemente varias iglesias enormes situadas en un bonito cruce de ríos y rodeadas de chalets. Se puede ir cómodamente en el día desde Tiflis en transporte público.
Otro punto fuerte del país es su gastronomía, bastante variada y a buen precio. Imposible resistirse a un buen khachapuri, khinkali o pkhali.
El medio de transporte más habitual es la "marshrutka", unos minibuses de 15-20 plazas que te llevan a cualquier lugar del país por precios irrisorios.
La principal estación de autobuses de Tiflis es Didube Station, a la que podemos acceder usando la línea de metro. El billete de metro nos costó menos de 20 céntimos de euro (1GEL = 1 georgian lari = 0,33€).
Desde Didube, por unos 20GEL nos llevan a la base del Kazbek, uno de los cincomiles más repetidos del Caúcaso y buena opción para estrenarnos en esas altitudes sin tener que pagar permisos de ascensión ni organizar grandes logísticas.
Después del Kazbek, seguimos recorriendo el país, a veces en marshrutka y a veces en tren.
De camino a Svanetia, nos encaprichamos en visitar Chiatura, ciudad minera todavía muy poco turística.
Están construyendo nuevos teleféricos, pero aun siguen en uso los de la época de Stalin. Gratuitos, oxidados, rudiosos y gestionados por señoras mayores.
Otro bonito rincón de Georgia es el cañón de Martvili, que combina un recorrido en barca...
...con un corto paseo junto a las cascadas.
Con el diluvio que nos cayó, tuvimos que descartar acercarnos al cañón Okatse.
Desde Kutaisi a Mestia, bastantes horas de marshrutka por paisajes preciosos y carreteras llenas de baches y vacas. Mestia es la capital de la región de Svanetia, en pleno Cáucaso. Paisajes alpinos de primer nivel, con montañas míticas como el Ushba y posibilidades infinitas para el esquí de montaña, el trekking, el alpinismo...
En pleno verano, uno de sus principales atractivos es el trekking de Mestia a Ushguli. Cuatro días de puro disfrute, pasando por los típicos pueblos con torres de esta zona del país.
Aquí se encuentran las mayores altitudes de Georgia, cincomiles muy poco repetidos por su complejidad técnica y logísticas casi himaláyicas.
Para terminar el viaje, de vuelta a Tiflis, paramos en Gori, ciudad natal de Stalin, sin más interés que un museo dedicado a su figura.
Sin embargo, muy cerca de Gori se encuentra Uplistsikhe, una ciudad excavada en la roca, con una antigüedad de unos 3.000 años.
Quizás no sean tan espectaculares como las ruinas de Vardzia, pero pillan más a mano que éstas últimas y también merecen una visita.
Si teneis pensado recorrer varias zonas del país, para planificar el viaje y moverse por allí, viene muy bien el mapa de la editorial Terra Quest. Por 10€ teneis el mapa general, mapa de detalle del ascenso al Kazbek (a 1:50.000) y mapa de detalle del trekking de Svanetia (a 1:75.000), todo plastificado y con un formato diseñado para el turista ya que indica los principales atractivos del país.
Y para terminar, un lamentable vídeo resumen de nuestro viaje...con música que se corta y palpable falta de medios y talento. Tranquilos que no habrá más. Nunca.
Índice del viaje:
- Kazbek (5.047 m)
- Trekking de Svanetia (I): de Mestia a Tsvirmi
- Trekking de Svanetia (II): de Tsvirmi a Adishi
- Trekking de Svanetia (III): de Adishi a Ushguli
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