La etapa reina de la semana, cruzando bonitos glaciares y pasando junto al Piz Buin, donde fabrican las cremas de sol.
Abril 2022
Amanece un día radiante, muy frío, con sol y nada de viento.
Música y comenzamos con el foqueo:
"What does this ship bring to me Far across the restless sea Waiting for the sirens' call I've never seen it here before"
Salimos del refu haciendo una larga diagonal en sombra, para buscar una ladera al sol por la que remontar hacia el glaciar. Gran rodeo pero que evitaba zonas con flanqueos que parecían expuestos.
Por fin al sol. Al fondo, en la parte derecha del glaciar, los grupos que han salido un rato antes que nosotros.
"There she plies a lonely trade Cutting through the breaking waves Drifting slowly from her course She is lost forever more"
Ganamos un pequeño hombro/collado y hacemos otra larga diagonal para subir por el lado derecho del glaciar Ochsentaler.
Remontando la parte más tiesa del glaciar, decorado con preciosos seracs brillantes.
Ya en el plateau superior, la huella va directa al collado del Piz Buin. No se llega a distinguir donde fabrican las cremas de sol.
Y ahora viene la cagada de la semana. En el Piz Buin hay como 30 personas subiendo y 20 bajando, con un par de atascos de tráfico denso. Vamos, que ni nos planteamos subir. Decidimos bajar por el colladito en el que estamos, sin pararnos a comprobar ni el mapa ni el GPS, pensando que vamos hacia el Silvrettahütte. Montamos una reunión con los esquís y hacemos dos descuelgues de 30m.
El primer destrepe tenía un tramito a 45/50º, con nieve blandengue. Grandes vistas y poca huella de paso. Sucumbiendo a unos cantos de sirena que nos llevan a ninguna parte.
Aquí ya tenemos desmontados los dos descuelgues. 5 minutos después, nos damos cuenta del error y nos toca remontar unos 150 metros de corredor, con nieve aun más blanda que a la bajada. 2 horas perdidas entre subir y bajar los 8 que vamos en el grupo. Menos mal que nos lo tomamos con humor. Nos hubiera dado tiempo a subir al Piz Buin, incluso con el atasco que había allí arriba.
Recalculamos ruta y tras una breve esquiada diagonal, remontamos al collado bueno, la Fuorcla dal Cunfin (3.041 m), que separa Austria de Suiza.
Al otro lado, la bajada también empieza tiesa, pero nada que ver con la brecha de antes. Ésta es esquiable y todo.
Bajamos unos 150 metros de desnivel por una pala con pendiente pero disfrutona y volvemos a poner pieles para remontar hasta el enorme Silvrettapass (2.987 m).
Vistazo atrás, hacia la Fuorcla dal Confin y la chula y breve esquiada de hace un rato.
Silvrettapass, vaya lugar. Un collado enormemente ancho al que parece que no llegas nunca.
Por delante la mejor bajada de la semana, descendiendo el Silvrettagletscher.
Nieve perfecta, pendiente suave y amplitud infinita.
Una de las pocas sorpresas de los glaciares de estos días, estaban todos muy tapados.
Últimos giroyos del día...
...y llegamos al Silvrettahütte.
El refu es bastante pequeño, pero muy acogedor. Lo gestionan unas chicas con precisión suiza, muy eficientes a la par que inflexibles.
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