Después de una buena foqueada por la Sierra, recibimos la visita de Maite y Carlos y nos regalamos un paseo turístico por las desiertas calles de Camarena. La gente en las casas al calor del fuego y las cervezas en la nieve.
3 Marzo 2013
Dejamos el coche en el aparcamiento inferior de la estación de esquí de Javalambre y seguimos el sendero que nos lleva hacia la cima. Ya se ha ido algo de nieve pero el paisaje sigue precioso.
Unos con raquetas y otros con esquís, camino de las Peñas del Portillo.
Unas zetas bien trazadas, nos depositan en el collado donde abandonaremos los dominios de la estación.
Por delante, un esquiador con su perro y unos amigos que se "enfadan" y hacen la "Y griega".
Hoy no ficharemos en el pico Javalambre y nos vamos perdiendo algo de altura hasta enlazar con el barranco de la Tejeda.
Las acumulaciones en el fondo del barranco son de
Ambiente alpino en pleno Javalambre.
En el segundo rápel, decidimos sacar cuerdas, no sea que acabemos retorciéndonos entre polvos pica pica. No localizamos la instalación y nos vamos a un árbol cercano que nos servirá para rapelar.
Practicamos el lanzamiento de jabalina con los bastones y rapelamos hasta la zona estrecha y bonita del barranco.
Un vistazo hacia arriba. Nieve continua y destrepable pero con tramos de hundirse hasta la cintura. Mejor con cuerda.
Maite pasándolo "atopemente" con la multiactividad de hoy: raquetas+barranquismo invernal.
Detalle de la reunión del último rápel de hoy, unos 18 metros según croquis.
Hay tanta nieve que apenas se distinguen un par de resaltes.
Tres cabecitas curiosas observando si el guía cae en el fondo de un agujero con fondo.
Carlos colocando el "ocho" y Circomarco, desliando cuerdas al final del rápel.
Para abajo!
Casi al final del rápel, después de haber superado los dos pequeños resaltes verticales.
Yolanda como si estuviéramos en pleno Chamonix haciendo "ski-alpinisme".
Una vez acabado el barranco, el retorno "normal" al coche va por una canal inclinada que sale a mano derecha según descendemos. Con la nieve tan profunda y restos de una pequeña avalancha, nos imaginámos un avance altamente penosete por lo que decidimos continuar bajando el barranco Tejeda.
Nos sigue un grupo con perrete que han podido bajar el barranco sin cuerdas ni nada!
Al llegar a un destrepe algo incómodo y con caida a plantas pinchosas, comenzamos un largo y trabajoso flanqueo hasta el aparcamiento.
A tramos andando, a tramos esquiando y para finalizar, con las pieles puestas, llegamos al parking más cansados de lo esperado pero habiendo aprovechado un buen día de rebozamiento nival.
Los croquis del barranco:
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