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Morro Falqui: "Sonjannika" (170m, 6a+) con escaqueo

Llegó Julio, y aun con la resaca del viaje peruano, nos regalamos una escalada playera con buenas vistas, rescatando del olvido el bañador y el gorro verde modelo Benidorm. Las fechas no son las mejores por el riesgo de morir abrasado en un acantilado, pero algo haremos.

Croquis de "Elev-arte"


13 Julio 2013

En una mañana perezosa de sábado, vamos echando cuentas: 2 horas de coche, otra entre preparar material y llegar a pie de vía, 4 horas para la vía y media para el descenso ¿Salimos después de comer y escalamos mientras atardece?

Pues va a ser que no. Nos liamos un poco hasta encontrar el sendero que lleva a la "cala dels Tiestos" y ya no nos salen tan bien las cuentas. Mejor nos vamos a la playa por los tres tramos de cuerdas fijas con el paquete de papas en la boca.



Además, parece que aun da el sol en la vía, y estaremos mejor a remojo que escalando.



Y después, a ver el atardecer e ir buscando el sitio donde vivaquear.



14 Julio 2013

Despertador a las 5:30 de la mañana. Casi tirando de frontal, realizamos la aproximación barranquera.



Hay que pasar dos tramos de cuerda fija (destrepes con nudos) y coger un sendero equipado con cable a mano izquierda, justo antes del tercer tramo de cuerda fija que ya nos lleva a la playa.

Aproximación marcada con puntos rojos y graffiti a pie de vía. Nuestra línea es la "Son" de Sonjannika.



L1 (IV+): placa muy tumbada, en clara diagonal a derechas hasta llegar a un resalte un poco más vertical que le da el grado.



L2 (V): primeros pasos por diedro entretenido y reunión a los pocos metros.



L3 (V+): largo algo sinuoso que empieza tirando a derechas...



...para ir superando pequeños bombos, volver a la izquierda y montar reunión en una curiosa cueva.



Paso tonto para entrar a la cueva, protegible con un empotrador más psicológico que otra cosa.



L4 (V): La salida de la cueva impone.



Luego resulta ser fácil y estar bien equipada.



El largo continúa por un bonito y aéreo espolón con algún paso de Vº. Me paso la R4 sin querer (está a la izquierda, algo alejada de la línea más lógica), y monto en unos bloques que hay después de atravesar la terraza matojera.

Sabiendo que hay un escape para evitar el largo duro (6a+), juntamos unas cuantas excusas y nos vamos por él (a por el escaqueo quiero decir). Que si hace tiempo que no escalamos, que si vale la pena salir rápido por arriba antes de que nos azoten los calores...



L6 (V+): un largo bastante largo donde hay que cuidar el chapaje de la cuerda (cintas largas!) si no queremos acabar con el arnés en los tobillos.



El sol ya da en los tres primeros largos de la vía (y en "nuestro" yate aparcado en zona azul), pero nosotros de momento nos libramos.



Monto reunión en unos puentes de roca, ya en terreno horizontal, para evitar los últimos metros de travesía a izquierdas. A las 11 de la mañana terminamos la vía.

El descenso hasta el coche es una insolación de campeonato atravesando urbanizaciones sin sombra y bajando por la carretera que lleva a la cala Moraig.

Nos merecemos una tarde tranquila y un baño refrescante con vistas directas al Morro Falqui y la Sonjanikka.



La vía nos gustó, el ambiente es espectacular y la roca bastante decente. Algunos largos son sinuosos (L3 y L6) y conviene esforzarse en chapar correctamente y con cintas largas. Los seguros no están cada metro y hay que escalar entre chapas, aunque no es necesario reforzar ningún paso (excepto lo de la cueva que puede venir bien).

Cordillera Blanca: Ishinca (5.530 m) en circular

Éste es nuestro último cartucho en la Cordillera Blanca y queremos asegurar el disparo.



De las dos montañas anteriores hemos aprendido un par de cosas:

1- No nos gusta cargar pesos desorbitados
2- No nos gustan las morrenas interminables

El Ishinca parece que se adapta a nuestros "nuevos" gustos. Según dicen, el sendero es muy cómodo hasta entrar al glaciar y el tema del peso lo vamos a solucionar contratando un burrito para el primer día. Además subiremos en tres días, en vez de en dos, para ir con calma.



Ah, y nos vamos con un solo saco de dormir. Medidas drásticas oiga, que el Diamir tiene pluma de sobra para nosotros dos.

27 Junio 2013

Cochapampa es un pequeño altiplano situado a 3.700 metros de altitud con espectaculares vistas de la cuenca del río Santa y los Huascaranes. El aire es limpio y las distancias parecen más cortas de lo que son.



Nuestro arriero petrechando al burro. Había preparado dos, pero le decimos que con uno tenemos bastante.



Junto a nosotros, otros grupos más pesados, preparan sus bultos.



Estos animales son casi imprescindibles para algunas ascensiones.



Salimos caminando ligeros (con una sola mochila para los dos, con las esterillas, algo de ropa y agua y comida para unas horas) y perdiendo unos metros por lo que todavía es una ancha pista forestal. La pista se transforma en sendero, aparecen los bonitos bosques de quenuales y fichamos en la caseta de entrada al Parque Nacional.



El sendero gana desnivel de forma muy suave, y el ir ligeros y en zapatillas nos hace disfrutar del camino.



Fuera del bosque, el valle se abre y nos empieza a mostrar los primeros nevados y espectaculares formaciones de roca.



En unas 3h30m llegamos al refugio Ishinca, después de remontar una larga Quebrada y superar unos 700 metros de desnivel positivo.



Como ya vimos en el Pisco, hay gente que trae hasta aquí los esquís para bajar alguno de los Nevados. Se nota un ambiente raro en la terraza del refugio. Parece ser que uno de los esquiadores ha tenido un accidente en el Tocllaraju (6.034 m) y nuestro arriero tiene que subir a ayudar en el rescate. Días más tarde, ya en Huaraz, nos enteraríamos de la triste noticia.



Nuestro discreto Campo Base, a escasos metros del refugio.



Aprovechando el porteo del burro, hoy cenaremos una buenísima lata de garbanzos con chorizo dignos de tierras hispanas. Mmmmmmm...



El campamento de la expedición japonesa, nos da las buenas noches con el Tocllaraju de fondo.



28 Junio 2013

Hoy es el día "soft" de la ascensión. No son demasiadas horas de marcha, pero tenemos el hándicap de cargar con todo el material para dormir en el campamento morrena. Vamos, que toca sufrir lo del "estilo alpino" ese...



Los japoneses se están tomando el desayuno con calma, el campo base sigue estando bastante concurrido.



Vamos ganando metros por un sendero cómodo y bien marcado. La meteo es perfecta.



Excepto en altura, donde parece que sopla un fuerte viento.



Un pequeño valle colgado con vistas increibles: a la izquierda el Urus y a la derecha el "Toclla".



Detalle de la parte final del Urus, con gente bajando de la cima.



Justo frente a nosotros ya tenemos el Ishinca. Queda poco para que desaparezca la vegetación y entremos en "terreno morrena".



Así sin avisar, una tropa de porteadores aclimataos de la expedición japonesa nos adelanta por la izquierda y sin intermitente. De verdad que impresiona ver el ritmo y los mochilones que llevan.



Plantamos nuestro campamento avanzado a una decena de metros del suyo, junto a una pequeña laguna y escoltados por el Ishinca y el enorme Ranrapalca. 3 horas (con paradas) desde que salimos del Campo Base. Estamos a unos 4.900 m.



Aprovechando que es aun buena hora, me voy a tantear el camino que haremos de madrugada. Yolanda y nuestra tienda al otro lado del lago.



No queremos perdenos por la morrena y es importante entrarle por buen lugar al glaciar. No sea que saque los dientes y se nos quiera comer.



Despues de rodear el lago y ganar unos metros, compruebo que hay un marcado sendero que en diagonal entra al glaciar por una zona muy trillada de huellas. La cosa pinta bien.



Curioso plantoide rojizo habitante de las alturas andinas. Aun no he encontrado como se llama...



Aprovechamos la tarde para hidratar, comer, descansar y organizar la mochila de mañana. Atardece en el Ranrapalca.



29 Junio 2013

Echamos cuentas del desnivel que tenemos hasta la cima (unos 600 m) y decidimos no madrugar mucho. Despertador a las 3:30am?

Siempre cuesta coger el ritmo a esas horas. Hace frío pero no demasiado. Vamos tranquilos hasta que nos acercamos al glaciar. A la derecha, unos muros de roca vertical con cascadas de hielo y un pequeño torrente también helado que no nos da buena espina. Hay huella pero preferimos tirar más hacia la izquierda y buscar las huellas que vi ayer en el glaciar. Nos toca hacer algún pasito de apoyar las manos, pero enseguida llegamos al punto de entrada al glaciar.

Nos colocamos arnés, cuerda, crampones y piolet y continuamos para arriba. Hay que trazar una larguísima diagonal a derechas por un glaciar bastante amable (pocas grietas) en el que sólo hay que "navegar" con criterio para evitar zonas con mucha pendiente.

Primeras fotos a las 6 de la mañana.



Panorámica borrosilla al llegar al marcado collado que queda al norte de la cima.



Son los momentos de más frío (andamos con el plumas y las manoplas) y empieza la parte más entretenida y bonita de la ascensión. De momento, vamos a rodear ligeramente estos seracs, por una huella no demasiado marcada.



Los primeros rayos de Sol ilumando el Ranrapalca (6.162 m).



Y hacia el otro lado, el glaciar por el que hemos subido y el Nevado Copa (6.188 m).



La cordada que viene detrás, elige otro camino para superar los seracs. Con más pendiente y algo más expuesto que el nuestro.



Por aquí, hay buena huella y "pocos" peligros objetivos.



Aunque estas grietas y seracs siempre dan respeto.



De nuevo, un falso llano, antes del último repechón del día. El Tocllaraju se alza majestuoso detrás de nosotros.



Por fin, sale el sol y nos calienta un poco los ánimos. Aprovechamos para descansar, beber y comer un poco. Que durante la noche hacía tanto frío que no apetecía parar.



La cordada de japoneses aprovecha para adelantarnos justo antes de la pala cimera. De lejos parecía muy inclinada, así que nos colocamos a 30 metros y tiramos un largo de cuerda. Así veo yo a Yolanda...



Y así me ve ella a mi.



Al final la cosa no ha sido para tanto. La inclinación no pasa de 45º, hay buena huella y la nieve está perfecta. Nos volvemos a reunir a escasos metros de la cima.



A eso de las 7:55 de la mañana, estamos en nuestro segundo cincomil de la Cordillera Blanca.



Unas 4 horas desde Campo Morrena, a ritmo lento, pero encontrándonos mucho mejor que en el Vallunaraju. Será que esto de la aclimatación lleva su tiempo, y después de tres semanas por aquí (justo cuando tenemos que regresar a España), ahora es cuando mejor estamos...

Al resto de la expedición de japoneses aun les queda un rato para llegar.



Ha salido todo tan redondo que nos animamos a realizar la ruta circular que todo el mundo nos ha recomendado. Bajaremos hacia el collado del Ranrapalca destrepando una pequeña brecha que hay en la misma cima. Aseguro al cuerpo a Yolanda...



...y destrepo esos escasos dos metros. La grieta no está abierta y son solo unos instantes en los que no "haces pie" y confias todo tu peso en el piolet.



Por este lado, el Ishinca tiene una bajada suave y amplia. Un bello paseo en altura con los ojos recorriendo el Ranrapalca...



... o el lejano e imponente Huantsan (el K2 del Perú).



Decorado irreal.



Y suaves pendientes que han hecho las delicias de algún esquiador.



La transición del glaciar a la roca es igual de amable. Nos quitamos hierros, cuerda y algo de ropa...



...mientras la cumbre recibe la visita del grupo de japoneses.



Al finalizar el glaciar, es importante no perder metros (incluso subir ligeramente) y buscar un sendero que queda a mano izquierda en las laderas rocosas que hay frente al Ishinca.

Este marcado sendero discurre por encima de unas murallas verticales de roca compacta y es el mejor mirador que hemos recorrido jamás. Podemos ver nuestra tienda junto al pequeño lago, el sendero por la morrena hasta entrar en el glaciar en la zona de los dos arroyos que hay bajo el gran riñón rocoso, la larga diagonal nocturna hasta el collado, la zona de seracs, la rampa final hasta la cima y el suave descenso glaciar hasta la zona de roca donde nos encontramos. No "estropeo" la panorámica con el Paint y que cada uno "imagine" por donde va la ruta...



Detalle del Ishinca y su curioso esparrame glaciar de la cara Oeste. Desde aquí parece una cima inaccesible, pero no pasa de PD en condiciones normales de grietas.



Estamos muy contentos. Vamos muy bien de horario, no hemos sufrido en la subida, la meteo es perfecta y las vistas no pueden ser mejores.



El sendero es aéreo pero no excesivamente expuesto.



En el Campo Morrena, los porteadores y cocineros están esperando a los guías y clientes para felicitarlos por su cima.



Nosotros continuamos hasta nuestra solitaria tienda, a cambiar botas por zapatillas y descansar un rato. Sólo son las 10:30 de la mañana!



Tal y como habíamos previsto en nuestro planing de "hombres blandengues", hoy sólo tenemos que volver al refugio Ishinca y pegarnos una merecida cena allí.

Así que, cargamos de nuevo con el mochilón y descendemos hasta el Campo Base. Plantamos la tienda en la zona bonita: junto al río y a unos grandes bloques que nos van a entretener durante un rato.



Por la tarde, el Campo Base hierve en una explosión de actividad. Niñas que juegan al fútbol (a 4.350 metros de altitud!)...



...otros que vienen en bici desde Cochapampa...



...incluso hay quien escala los pedruscos que hay junto al campamento.



Con cara de querer "jugar", me acerco a la vía que han montado en "top-rope". Un polaco afincado en Canadá y que habla en perfecto latinoamericano (que no español) me pregunta si quiero escalar. Coño! Pues claro! Voy corriendo a la tienda a por mi arnés, con una sonrisa de niño de 2º de EGB al inicio del recreo.

Escalar este granito fino con zapatillas no es muy agradecido, pero bueno, algo de mono de tocar roca ya me quité...



En eso, que en pleno apretón de pies en regletas, el Tocllaraju estornuda y suelta lastre. A Yolanda le dio tiempo a buscar la cámara, salir de la tienda y echar tres buenas fotos. Aquello siguió cayendo durante casi un minuto...



Cuando desaparece el sol, nos regalamos una buena cena en el refugio. Prácticamente solos y junto al fuego de la chimenea.

30 Junio 2013

Para hoy solo tenemos que desmontar el campamento y regresar a Cochapampa. Apréciese el descomunal tamaño de nuestro saco de dormir, comparado con la tienda de campaña.



Con el tema de los recortes, para hoy no tenemos burrito ni apenas comida. Nos despedimos de este maravilloso campo base, cargamos mochilones...



...y atravesamos la puerta que nos saca de la alta montaña.



Curioso pájaro azul que no quiso mirar a cámara.



En Cochapampa esperamos durante unos minutos a nuestro taxista. Hemos tardado 2h 45m desde el campo base. Son las 11:30 de la mañana y la meteo en altura está bastante peor que ayer. A las 12:05 vienen a por nosotros.



1 Julio 2013

Nuestro último día en Huaraz lo pasamos asistiendo a alguna conferencia del Foro Internacional de los Glaciares, asombrados por la rapidez con que retroceden los glaciares, se crean nuevas lagunas y se sucenden los aluviones y desbordamientos.



No hay nada más triste que hacer el petate después de haber pasado un mes inolvidable por tierras peruanas. En realidad también tenemos ganas de volver a casa y una tienda de animales es mucho más triste....con sus perros dando vueltas...en sus jaulas...



Volveremos?