9 Junio 2018
La meteo ha andado bastante revuelta durante el mes de Mayo y llega Junio con la incertidubre de saber si la vía estará en condiciones. Apenas hemos visto alguna piada de gente que sube por la normal italiana (con esquís) y lo de ir con los billetes de avión cerrados nos deja poca flexibilidad para buscar la ventana de buena meteo.
Aparcamos en Pontresina, a la entrada de la Val Roseg. Tenemos suerte y el parquímetro de la zona no funciona. La policia se apunta la matrícula del coche para no multarnos y nos deja marchar. Libres y con unos euros de más en el bolsillo.
Remontamos el valle por un idílico sendero entre píceas y alerces. Hay también una pista forestal, pero los suizos la tienen cortada al tráfico. Sólo se puede subir en bicicleta o en un romántico carro de asientos peludos tirado por caballos.
Ya fuera del bosque, el paisaje es espectacular. El final de la primavera en todo su esplendor, prados verdes y montañas aun blancas. Por delante, un grupo con esquís.
Hoy es el día más suave de los tres que tenemos previstos. Simplemente tenemos que ganar unos 800 metros de desnivel, hasta llegar al refugio Tschierva (2.583 m). Al fondo asoma la arista de nieve de la Biancograt.
Nos ha costado unas 3 horas llegar (sin parar mucho) y parece que hay movimiento de gente.
Una de las ventajas de ir fuera de temporada, es que aun podemos disfrutar de la parte libre que dejan para el invierno. 8 colchones para los 10 maromos que estamos hoy, una estufa y una mesa.
Hay un libro de registro en el refugio, donde todos han puesto que van a la Biancograt...aunque hablando con ellos, parece que no lo tienen claro y que se plantean subir el Piz Roseg (otro montañón espectacular).
10 Junio 2018
Comenzamos a caminar sobre las 3 de la madrugada. La noche está despejada y parece que tenemos la ruta para nosotros solos. Desde el mismo refugio un sendero bien marcado, va ganando metros hasta chocarse con un muro vertical equipado con peldaños y cadenas.
Superado el tramo vertical, se vuelve a girar a la derecha para seguir en una larga diagonal. Los suizos que piensan en todo con sus neuronas suizas, han colocado una especie de reflectantes de autopista cada 100 metros y el flanqueo se va haciendo bastante bien pese a ser noche cerrada.
En eso, que empieza a amanecer y dejamos de ver los reflectantes. A mano derecha, si perdemos unos 50 metros llegamos a la zona de nieve que enlaza con el glaciar de acceso al collado de la Biancograt. Pero por no perder desnivel, continuamos flanqueando ya sin sendero y por terreno cada vez más picante, difícil y expuesto.
Mandamos a Hugo a que haga de "Rastreator" y conseguimos enlazar con la nieve tras unos pasitos delicados. Total, que no sigáis ciegamente nuestro track, mejor perder unos metros y bajar a la nieve/glaciar que tenemos a mano derecha.
Con la tontería habremos perdido 30/40 minutos fácilmente. Ya sobre la nieve, camino del marcado collado de la Fuorcla Prievlusa. En la parte derecha se intuye la Biancograt, no muy bianca desde aquí.
Para llegar al collado, los croquis marcan dos opciones: o por la nieve (recomendable a principio de temporada) o por una ferrata que hay a mano izquierda y que nosotros encontramos bastante tapada.
Elegimos la primera opción, la nieve se mantiene bastante bien a estas horas, la rimaya está cerrada y podemos llegar al collado sin tocar roca (ni hierros).
Pendiente de unos 45º, que se gestiona bien con un piolet y con la huella vieja que hay.
En la parte media de la pala, se hace una pequeña travesía a izquierdas (en verano es fácil que aquí asome la roca) para seguir ganando metros hasta el collado.
Fuorcla Prievlusa (3.430 m). Venimos por esas palas nevadas que quedan en sombra. Delante, el inicio de la Biancograt...como dice Martín Elorza, una "Negrograt" de escalada en roca (con algo de mixto, al ser primeros de Junio).
Los croquis hablan de unas 2h30min de aproximación hasta aquí, a nosotros nos ha costado casi 3h30min.
Empezamos la escalada, asoma algo de nieve y vamos tirando con crampones por largos de IIº/IIIº. Hay algún parabolt en los largos y reuniones equipadas.
Buena roca en general, aunque estamos en alta montaña y hay que tantear donde agarrarse. Viene bien llevar algunos friends y bastantes cintajos para ir haciendo ensambles largos y ganar tiempo.
Superada la primera parte más vertical, llegamos a un descansillo con vistas. En primer plano lo que nos queda de "Negrograt" y detrás la "Biancograt".
En este tramo final de roca, José Luis y Hugo hicieron un flanqueo a izquierdas para rodear una de las agujas y Nasta y yo continuamos por todo el filo. En ambos casos, llegamos a un rápel de 13 metros (a mano izquierda) que nos deposita en la nieve al inicio de la Biancograt.
Desde el collado hasta aquí, se nos ha hecho bastante más largo de lo que marcaban los croquis. A partir de ahora, hay que cambiar el chip: palas de nieve interminables que haremos desencordados y con el sol empezando a calentar.
vistazo atrás, esa aguja de roca es la que acabamos de rapelar.
Y hacia adelante una preciosa arista de nieve, más peleona de lo que parece a simple vista. Gemelada "is coming".
Es la parte más física del día, con nieve que empieza blandengue...
...pero que es prácticamente hielo en las zonas con más pendiente. No se va mal con un piolet, pero no te puedes permitir un fallo con ese bonito tobogán a derechas esperándote.
Además, estamos llegando a los 3.995 metros del Piz Bianco y se nota que los pulmones no van igual que al nivel del mar.
Poco a poco, vamos para arriba. Disfrutando mucho de la arista...
...y de las vistas.
Hemos tenido suerte y no hay nadie en la vía de hoy.
Al llegar al Piz Bianco (no confundir con el Monte Bianco) la cosa vuelve a cambiar. Una afilada arista de roca de aspecto abominable defiende la codiciada cumbre del Bernina. Además, desaparece la huella y entran las nubes. ¿No querías alpinismo?
Toca sacar cuerdas y volver a una progresión lenta de ensambles, largos y rápeles.
Zoom a Hugo, que va como una moto y se merienda los largos como si nada.
Nasta y yo vamos bastante más lentos. Aquí, haciendo un ensamble largo para llegar al primer rápel (8 metros).
José Luis terminando el largo bonito de la jornada. Durante todo el día han estado cayendo algunos seracs de los glaciares que nos rodean y ahora a mediodía, son frecuentes las coladas de nieve. Aquí en plena arista, vamos bastante seguros.
Después del rápel de 8 metros, encaramos "el largo bonito": una afilada arista de mixto que termina en una pared casi vertical coronada por un nevero triangular. En las condiciones que lo encontramos, fue más sencillo de lo que parecía desde abajo. Se protege más o menos bien en la roca y hay un parabolt en la parte final. Reunión equipada.
Nasta asegurando y yo terminando el largo del nevero triangular.
El final del largo, el seguro que hay chapado es un parabolt.
Después de este largo, tenemos un pequeño e incómodo destrepe hasta a una brecha, para volver a trepar a una aguja secundaria. Y desde esa aguja, un rápel de 12 metros nos deja a los pies del último largo complicado del día.
Se trata de otro muro bastante vertical, que encontramos con mucha nieve. La escalada es más sencilla de lo que parece y se puede ir protegiendo en la roca.
Ahora sí, una corta arista de nieve casi horizontal y llegamos a la cima del Bernina.
Piz Bernina (4.049 m). Tropecientas horas después de haber salido del refu.
Ya "sólo" queda bajar....y no va a ser pan masticado. Bajamos unos metros por roca hasta que empieza de nuevo la nieve. Tenemos dos opciones: o coger una diagonal de nieve por encima de la rimaya o montarnos en la arista de la derecha y recorrerla hasta el final.
Probaremos las dos opciones y ninguna fue un camino de rosas.
Hugo y Nasta tiran por la arista de nieve, que está blandengue y con pocas opciones de asegurarse. José Luis y yo por el flanqueo encima de la rimaya. Más nieve blandengue y un par de planchones de hielo podrido, también con pocas opciones de asegurarse. Usamos un par de tornillos, más psicotrópicos que otra cosa.
Después, volvemos a juntarnos, para seguir una huella que nos lleva hasta un hombro donde haremos un rápel de unos 15 metros.
Los croquis marcan 4 rápeles de 20/25 metros, pero parece que con los flanqueos que hemos hecho, nos hemos saltado 3 de los rápeles.
Ya sólo nos queda un amplio y cómodo plateau glaciar para llegar al refugio Marco e Rosa (3.610 m) sobre las 19:00 (16 horas de actividad! no lo tomeis como referencia, se puede ir bastante más rápido). Como el refugio Tschierva, éste también está cerrado y sólo abren la parte de invierno, ese pequeño edificio que hay a la izquierda.
Dentro, bastantes plazas para dormir (50?), mantas, mesa y una amplia ventana que da al sur.
11 Junio 2018
Después de la paliza de ayer y con una meteo que pinta regulera para hoy, tenemos claro que no es un buen día para meternos en la travesía del Piz Palü y ponerle la guinda a la salida alpina. Ya anoche decidimos irnos hacia Italia, a buscar esos bosques soleados que veíamos al otro lado de los cristales de la parte libre del Marco e Rosa.
Ni siquiera hemos madrugado, desayunamos con calma y nos colocamos las botas aun chopadas tras la batalla del Bernina.
Hace una mañana radiante, pero se irá estropeando pronto en altura.
Sobre las 7 de la mañana nos marchamos para abajo, por la ruta normal al Bernina desde Italia. Para empezar un tramo de cadenas semienterradas en nieve...
...después aparecen los peldaños...
...e incluso escaleras...
...que nos dejan en un glaciar.
No había demasiadas grietas, pero las pocas que había eran bien majas.
Vamos tirando de GPS, sin ver a nadie en todo el día.
Un vistazo atrás, hacia nuestra choza de anoche.
Para llegar al refugio Marinelli (2.813 m), perdemos cota demasiado pronto y nos toca remontar unos metros. El refugio se encuentra en un mirador privilegiado.
Como todos los de la zona, faltan unos días para que abra y la parte de invierno está bastante bien acondicionada.
Los únicos habitantes del lugar.
Tras el picoteo, continuamos para abajo.
Rodeamos el ibón que hay bajo el refugio y nos vamos a buscar el collado de la Bocchetta delle Forbici (2.636 m)
Y justo tras el collado, el refugio Carate Brianza, cerrado y sin parte libre. Nos llueve durante un par de minutos.
En la última parte del descenso, entramos de nuevo en un precioso bosque de alerces de hojas verdes casi fosforescentes.
Y tras un largo flanqueo prácticamente horizontal, en una curva del camino, aparece por fin el lago Campomoro.
Aun nos queda descender hasta la base de la presa y remontar por carretera hasta el otro lado del lago, donde están los bares, refugios y alguien que nos diga cómo volver a Suiza a por nuestro coche.
Hoy, 6 horas de actividad y unos 1800 metros de desnivel negativo. A los 2 minutos de pedir las cervezas, se puso a llover con ganas.
La vuelta al coche es una larga historia de taxis, autobuses de línea, trenes italianos y trenes internacionales, que no viene al caso y que nadie llama alpinismo, aunque también es duro mezclarse con la sociedad después de 3 días asalvajado por el monte y sin haberte cambiado de ropa, ni de calzado, ni haber catado una mísera ducha.
Mapita de la calcetinada.
Los croquis buenos, tan buenos que se entienden sin saber alemán ni nada.
Tracatrack de la Biancograt:
Powered by Wikiloc
Y tracatrack de la bajada/retirada:
Powered by Wikiloc
Y sobre la actividad, poco más que decir. Tope clásica, los que entienden, dicen que una de las aristas más bellas de los Alpes. Bastante equipada para la altitud a la que está, pero no os confieis, sigue siendo un AD alpino y las condiciones de la vía y de la meteo son muy cambiantes. En pleno verano pillareis bastante menos nieve que nosotros (más roca y menos mixto) y bastante más gente en la ruta (posibles atascos en los rápeles?).
Animaos y disfrutadla como hemos hecho nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario