Acaecemos en Torla con crueles intenciones. Hemos alargado el finde y reducido el peso de la mochila al máximo (no tienda, no crampones, no piolet, no cuerda, no arnés, no botas). Sólo zapatillas, comida y ropa para tres días y dos noches.
20 Agosto 2011
A las 8:00 de la mañana, éstas son las vistas desde la parada de autobús.
Desde la pradera la faja de las Flores está taaaaaaaaan arriba!
A las 8:30 ya estamos subiendo a la velocidad del rayo (Vallecano) por el frondoso bosque del circo de Carriata o Salarons.
Y entre tanta frondosidad, de vez en cuando asoma el hocico el impresionante Tozal del Mallo.
Abundante babeo y sudor de manos de imaginarnos escalando por allí.
Tanto hemos babeado que comienzan a aparecer babosas tamaño zapatilla.
Seguimos ganando metros en dirección a esa barrera rocosa que nos cierra el paso.
El Tozal ya no parece tan fiero desde este lado.
Vamos siguiendo las reseñas Kroketas y muy obedientemente, elegimos clavijas antes que “fajeta”.
A nuestra derecha dejamos la fajeta, con todo su patio y su estrechez.
Nuestro sendero también coge algo de aire
pero nada comparado al de la fajeta.
Los de delante en el primer tramo de clavijas.
Escalones grandes y trepada entretenida donde se puede subir sin tocar hierros.
Vistazo desde arriba.
Sacando los pasos “en libre”. Apréciese por última vez la fajeta y su estrechez.
Después de un corto tramo de andar nos topamos con la segunda zona de clavijas. Muro vertical de 6-8 metros donde Yolanda “encadena” y yo me cojo a alguna clavija.
Ya estamos arriba de la primera barrera de rocas.
Nos da el sol y queda una cuesta larga hasta entrar en la faja de las Flores.
Ya enfajados, disfrutando de las vistas y de los ratos de sombra.
Patxi retirando una piedrecilla del camino. Aúpa Patxi!
El pico de Otal (a éste hay que ir en invierno o primavera) y el Mondarruego desde la faja.
Tenemos faja para rato, toda horizontal y con vistas geniales.
A partir de la punta Gallinero, la faja se ensancha. Al fondo ya asoman algunos tresmiles: Espalda de Marboré, Cilindro, Monte Perdido y Añisclo.
El entronque entre el circo de Cotatuero y el valle de Ordesa.
Panorámica de 4 fotos con todos los tresmiles desde los Gabietos al Añisclo.
Cogemos rumbo a la Brecha y la liamos en un lapiaz incómodo donde perdemos algo de tiempo.
Pero enseguida salimos al primer gran llanazo de la jornada: El Sumidero? Lugar ideal para montar un campo de fútbol gigante o para que aterricen millones de OVNI’s.
Para acceder al llano de Millaris toca hacer una trepada entretenida pero muy fácil.
En el llano de Millaris el Casco muestra su pose “pecho-palomo”.
Cogemos agua del riachuelo, incluye musgo, tierra y gusanos, hasta que vemos a la gente cogerla de una surgencia que hay al final del llano. Vaciamos el agua del riachuelo y llenamos de ésta mucho más fresca y cristalina.
Dejamos atrás el llano de Millaris
y seguimos subiendo hacia la Brecha.
A nuestra derecha el Casco. Si todo va bien mañana nos veremos las caras (y las entrañas).
Fotos de rigor en la Brecha
y nos vamos a buscar la cueva-vivac donde dormiremos.
Habitación tipo loft, totalmente reformada, lista para entrar a vivaquear.
El que vaya a ir que la deje igual de limpia que hasta ahora y que haga pipí (y popó) a más de 4 metros de la cueva.
Foto de las vistas, antes de bajar la persiana y hacernos la cena. Que mañana tenemos faena.
Mapa con el recorrido de hoy.
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