Páginas

Cordillera Blanca: Vallunaraju (5.686 m)

Después de nuestro paso por el trekking de Santa Cruz, nos creemos lo suficientemente aclimatados y preparados para "volar libres" (sin guías, ni porteadores, ni arrieros...) por la Cordillera Blanca.

Tenemos en la agenda el Pisco (5.752 m), pero nos da bastante pereza repetir zona y sufrir las más de dos horas de coche hasta Cebollapampa. Así que, el Vallunaraju, bien visible desde Huaraz, se convierte en nuestro siguiente objetivo.



Durante dos días, descansamos, dormimos, compramos comida y gestionamos el alquiler de una botas dobles para Yolanda, una tienda de campaña y un taxi que nos lleve hasta el inicio de la ascensión.



18 Junio 2013

Poco antes de las 10 de la mañana, llegamos al final de la Quebrada Llaca. Larguísima e infame pista forestal con piedras tamaño triceratops, casi vale la pena ponerse el casco dentro del taxi de los botes que pegaremos. Algo menos de dos horas para recorrer los escasos 20 kilómetros que nos separan de Huaraz.

Esta vez el mochilamen no es moco de pavo. El saco gordo, tienda, cuerda de rando, botacas, crampones y piolet...y además un sendero que no da tregua desde el primer metro.



Al fondo de la Quebrada, la laguna Llaca y los nevados Ocshapalca y Ranrapalca.



Detalle de los dos montañones (en un contraluz bastante malo...)



Por encima de los 4.500 metros todavía hay algo de vegetación.



Entre el porteo, el fuerte desnivel y la altitud, hoy es un día duro.



Tardamos unas dos horas en alcanzar el campo morrena (4.950 m). Buen lugar para cumplir años y leer las felicitaciones.



El campo morrena se encuentra a 30 minutos del inicio del glaciar, en una terraza colgada, con buenas vistas y junto a un pequeño arroyo.



Sólo hay tres tiendas más aparte de la nuestra. Una pareja de chicos checos y un grupo de canadienses con guía y cocinero.



Tenemos tiempo de comer, hacer una siesta y ver como una tormenta de nieve deja todo bien blanquito.



A las 19:00, cuando deja de nevar, hacemos la cena y nos vamos a dormir. Unos mejor que otros. Yolanda sufre la "apnea de la altitud" (respiración de Cheyne-Stokes) y estamos algo preocupados.

19 Junio 2013

Despertador a las 2:30. Hemos dormido a ratos, pasando calor con los Diamir Nanga Parbat y con ganas de ponernos en marcha. Nuestro libro de cabecera no especifica ningún tratamiento para la "apnea de altitud" y no parece tan grave como para bajarnos. Además, el problema solo aparece cuando intentamos dormir.

Ayer por la tarde subimos unos metros para reconocer la morrena que nos separa del glaciar. Pero claro, de noche y con algo de nieve reciente, acabámos embarcándonos y trepando por placas lisas de granito. Alcanzamos el glaciar sin perder demasiado tiempo (45 min desde campo morrena?) gracias al track que teníamos en el GPS.

Cómoda entrada al glaciar, sin rimaya ni grietas, por una rampa de unos 35º.



Aun vamos los primeros y se intuyen las huellas viejas semi-enterradas en la nieve. Hace mucho frío y pronto pararemos a ponernos el plumas.



De fondo las luces de Huaraz. La ciudad todavía duerme.



Con el amanecer el frío se hace más intenso. La cámara va dentro del plumas y todavía responde. Aun así, tendréis que ayudar a quitar el hielo para ver la imagen al completo.

("Rascad" con el ratón, pinchando y arrastrando. Funciona???)



Por delante, tenemos las primeras grietacas del día y la doble cumbre del Vallunaraju. La más alta es la de la izquierda.



Yolanda viendo lo que nos queda por delante. El ritmo de ascenso es lento. Lentísimo nos parece a nosotros. Pero el resto no va mucho mejor, así que será normal a estas altitudes...



El amanecer con los Huascaranes al fondo es inolvidable.



Tirando fotos a mano descubierta. Luego tardaré unos minutos en ir recuperando la sensibilidad...



Ya hemos pasado la zona de grandes grietas y las vistas hacia atrás también son espectaculares. Huaraz ya ha apagado las farolas.



Por delante, la pareja de checos ya está en la última zeta que les lleva al collado. Parecemos Edurne subiendo ochomiles. Cada 5 pasos hay que parar a coger aire.



Estos últimos metros se hacen duros. Los canadienses y el guía también nos adelantan. Nos marcamos como objetivo subir al collado. Al sol.



Paso a paso. Sin pensar en la cima.



Empieza lo entretenido. Cambiamos el tipo de encordamiento y pasamos a hacer un mini-largo de cuerda para superar la grieta que hay antes del collado.



Ya al sol, aprovechamos para comer algo y recuperar fuerzas. Por delante un escalón fácil pero expuesto, que el guía ha asegurado con estacas.



La meteo es perfecta, apenas nos queda desnivel y solo son las 8 de la mañana. Vamos para arriba!



Aseguro a Yolanda desde las estacas y continuamos por la arista en ensamble.



A nuestra izquierda, las capas de nieve de cada año se esparraman en desplomes imposibles. Por la derecha, nuestra arista se suaviza y se convierte en una cómoda y agonizante campa de nieve.



Sol, nieve y Ranrapalca.



La cumbre está partida en dos por una gran grieta. Todos están al otro lado, así que por dos personitas más esto no se caerá no? Fotos, banderitas, tragos de termo y un señor escribiendo en la nieve.



Cima! Sin plumas, que el sol ya va calentando. 8:38 am.



A nuestra derecha, la pareja Ocshapalca -Ranrapalca.



Y al fondo, la pandilla formada por los Huandoy, Huascaranes, Chopicalqui y Copa.



Hemos sido los últimos en llegar a la cumbre y los primeros en marcharnos de ella. Que no queremos atascos en la bajada.

Yolanda en las campas somitales, camino de su mochila abandonada.



La arista se va afilando conforme descendemos. Espectaculares vistas sobre el Huantsan y la cumbre Sur del Vallunaraju.



Glaciares andinos.



Los compañeros de cima también van para abajo.



El destrepe del collado conviene asegurarlo.



Después de asegurar al cuerpo a Yolanda, me monto una seta de nieve bajo la escéptica mirada de los checos.



La cosa funciona.



Pasamos a encordamiento glaciar y continuamos con el descenso.



Parece mentira lo lentos y fatigados que subíamos y lo rápidos y "ligeros" que podemos bajar.



Otra vez en la zona de grietas.



Dan ganas de dejarse llevar y bajar corriendo, o incluso esquiando!



Andinismo.



Vistazo atrás. Arriba a la derecha se intuye la huella que va sorteando los merengues.



Algunos puntos clave están marcados por los guías con cañas de bambú.



Miniaturizando.



Mini parada a comer, ahora que ya hemos pasado la zona con mayores grietas.



Los últimos metros de glaciar parecen sacados de un planeta helado que se encuentra a tres años luz de distancia.



En unos minutitos guardaremos los crampones y el piolet.



Desde el glaciar hasta la tienda, comprobamos que es casi imposible pasar sin tener que hacer varios destrepes. Tampoco lo hemos hecho tan mal esta noche...

Nos acabamos la comida, desmontamos la tienda, cambiamos botas por zapatillas, volvemos a cargar el mochilón y nos vamos para abajo.



A las 13:00 hemos quedado con nuestro taxista. Con unas "cumbias modernas" en la radio y la cima en el bolsillo, los baches hasta Huaraz se harán más llevaderos.

4 comentarios:

  1. Espectacularmente bonito y bien contado, como siempre.
    (joer, siempre escribo lo mismo!)

    ResponderEliminar
  2. Vaya fotos y actividad!

    Por la salud de mis ojos, me niego a leer...

    ResponderEliminar
  3. Ye ye ye!! Menuda tecnología incorporada al blog! Con estos avances has subido varios puestos en el ranking!! Enhorabuena por la actividad, como siempre con fotazas que te quitan el hipo!! Esperando nuevas actualizaciones!!

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Vaya trio os habeis juntado! Siempre lo mismo, pero molan esos comentarios Gabi. A ver si cuando haga piadas de mierda tb me lo dices eh?
    Kaikology, tengo que pegarle un repaso a la plantilla, pero este fondo negro queda taaaaaan bien con las fotos de nieve blanca...

    Rober: has visto? Hasta he dejado anticuados a los gif's!! Con lo moderno que parecía aquello.... Ya tengo la siguiente en el horno....a ver si entre hoy y mañana...

    ResponderEliminar