
11 Diciembre 2011
En la era de los móviles, éstos encuentros así sin avisar, saben aun mejor. Finalmente, Gabi, Pat, Yolanda y yo nos vamos a la “Tintín a les Moles”, que nos quedó pendiente en nuestra anterior visita. Robert y Ove se van a afinar cacharreo en la curiosa “No vendas la piel del oso sin haberlo cazado” (IV+, 220m).
Cómoda aproximación hasta que cruzamos el río y luego pequeño repecho algo matojero hasta el pie de vía.

Gabi y Pat pasan delante. El primer parabolt cuesta verlo y además está allá. Lejos. Pat antes de deschapar el primer bolt.

L1 (IIIº, dos parabolts en todo el largo): de reojo miramos el ansiado sol. Colocarse los gatos es como meter el pie en pescado crudo. Y las manos pronto cogen el frío de la fría roca.
El largo no pasa de IIIº, pero ojo con los resbalones antes de chapar el primer bolt y antes de llegar a la reunión.
Yóland empezando el largo. Con guantes y en zapatillas.

La R1 la montamos en los parabolts que quedan a la izquierda del árbol, también se puede montar en el mismo árbol.
L2 (IV+): paso tonto y fino nada más salir de la repisa. Día radiante, por fin al sol!

Al otro lado del río, Robert y Ove siguen cazando la piel del oso, a la sombra y con nubes que van y vienen.

L3 (IV): totalmente aclimatados al tipo de roca, el tercer largo sale fácil y ya ni sufrimos por los alejes.

L4 (III): Pat bajo el flequillo de Tintín, en el último largo de la vía. Un III ó III+ con apenas 3 parabolts donde podemos lacear una sabina.

Panorámica de Yolanda terminando el largo con el sendero de los estrechos y la Gronsa Sud como telón de fondo.

Ya en la última reunión, esperamos a que Gabi acabe de rapelar,

quitamos su cuerda

y nos vamos también para abajo.

En dos rápeles (de R4 a R2, de R2 al suelo) ya estamos en tierra firme

disfrutando de un merecido almuerzo junto a las cristalinas aguas dels Estrets d’Arnés.

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