Pico Cerler (2.409 m) por la arista norte

Como cada invierno, nos disfrazamos de guías "benévolos" y organizamos una salida multitudinaria con el club.



13 Abril 2013

Esta vez, nuestra benevolencia y el alto riesgo de aludes (un bonito "4" por la subida de temperaturas) nos obliga a cambiar las actividades previstas. Nos iremos a una arista donde no nos caiga ningún alud de fusión y con pinta de aérea, sencilla y factible como "iniciación".



El mayor problema de hoy va a ser para los que abren huella (aunque los que van detrás también sufrirán). En cotas bajas el débil rehielo no es suficiente, y al andar sobre bloques de roca, los hundimientos hasta la ingle están a la orden del día.



Por momentos parece que no vamos a llegar a ningún lado, pero el grupo está animado y va dando relevos.



A partir de este pequeño hombro, la nieve mejora bastante. Ya hemos hecho más de la mitad del desnivel y le vemos buen color a lo que nos queda.



Por detrás, unas buenas vistas del valle de Benasque.



Y por delante, el último repecho para llegar a la antecima.



Parte del grupo ya está en la cima, y el resto, en la zona donde los compañeros han colocado una cuerda.



Apoyando manos se pasaría bien sin ella, pero la zona es aérea y así la gente va viendo los anclajes que se pueden colocar.



Después del parte "técnica", nos reunimos todos en la cima del Pico Cerler (2.409 m).



Jordi se encarga de los retratos.



Descenso por la parte cómoda, con el Cibollés al fondo.



Volveremos al coche por las pistas de esquí y los edificios de la cota 2000. En un talud más inclinado, aprovecharemos para practicar autodetenciones con piolet.

A la hora de comer, ya estamos en la curva donde hemos aparcado montando el esparrame reglamentario. Si mover el culo de la hierba, Rober nos deleitará con una clase magistral de montaje de reuniones en la valla de madera cercana.



Y de ahí a Benasque a por unas merecidas cervezas.



Mapa de la ruta realizada:



Al día siguiente nos lo tomaremos con más relax. Iremos a los Llanos del Hospital con varios talleres preparados y con la esperanza de ver caer en directo algún alud gordo de fusión. Aunque los veamos desde la barrera, nunca dejan de impresionar. Esto no es Pirineos, es Alpes, pero vale para hacerse una idea:



Menuda aula más buena para hablar de todo un poco (material de roca, hielo y nieve, aseguradores y descensores, tipos de cuerdas y mosquetones, repaso de nudos, tipos de encordamiento, ARVA, pala y sonda, nivología...)



Y bien cerquita de una pendiente donde practicar rápeles de seta de nieve, rápel autoasegurado, anclajes enterrados en nieve, aseguramiento con nudo dinámico...



A medio día, recogemos el chiringuito y volvemos para casa.

Cada vez nos cuesta más organizar cosas de estas (juntar a todos los organizadores, problemas con los seguros de RC y responsabilidades varias, buscar alojamientos), pero cuando acaban siempre queda un buenísimo sabor de boca en todo el grupo por el finde tan bien aprovechado que hemos pasado. Repetiremos el año que viene?