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Eslovenia: cuevas de Škocjan

Después de la ruta de cascadas y la visita playera a Piran, emprendemos rumbo norte camino de Ljubljana, haciendo una pequeña parada en las turísticas cuevas de Škocjan. Como el resto de la antigua Yugoslavia, Eslovenia tiene miles (sí, varios miles) de cuevas exploradas y cada año se descubren algunas más. Las más grandes y accesibles, se explotan (a veces, en el sentido literal) turísticamente instalando pasarelas, puentes, luces e incluso trenes subterráneos (cuevas de Postojna).



Škocjan es un pequeño pueblo rodeado de dolinas colapsadas y ríos subterráneos. Por los alrededores del pueblo hay varios senderos circulares, con cartelitos y paneles informativos sobre geología, botánica, etnografía…

Mientras esperamos a que abran las taquillas para entrar a la cueva, aprovechamos para ver el entorno.



En una de las calles del pueblo, junto a las parcelas de las casas, hay un pozo natural de 90 metros de profundidad y 22 de anchura.
Dentro entraría la torre de Pisa y se ha usado como vertedero, lugar de ofrendas y trampa para los invasores turcos.



Una vista del pozo.



Después del paseo, acudimos a taquillas y pasamos por el aro. No hay otra forma de ver las cuevas. Hay dos tarifas:

- Tarifa básica para visitar las cuevas
- Tarifa ampliada, donde visitaremos las cuevas y un tramo del río Reka (Reka significa río en esloveno….el río Río)

Nosotros elegimos la segunda opción. Tenéis toda la info sobre tarifas en la web ofisial.

La visita guiada a las cuevas comienza con un paseo junto a la carretera para llegar a la entrada de la cueva. Descenderemos en grupos grandes y podremos elegir entre guías que hablan esloveno o guías que hablan inglés.

Para nosotros, que nuestra mayor experiencia en esto eran las cuevas de Sant Josep en la Vall d’Uixó, la visita a las cuevas nos pareció espectacular.

En el interior de la cueva está prohibido hacer fotos, así que para haceros una idea de lo que hay allí abajo, tendréis que tirar de google.

Se atraviesa una gran sala y se llega a un gran cañón por el que discurre un río subterráneo. Algo así como el Estrecho del Mijares en Montanejos, pero con techo y un camino a mitad de pared.

Aquí, ya saliendo del tramo donde está prohibido hacer fotos.



Desde este punto, podemos regresar al pueblo por un sendero que remonta la dolina, o continuar con la segunda parte de la visita, la del río Reka. Para el que le venga justo lo de caminar, incluso hay ascensores que te llevan a la parte alta.



Ésta segunda parte de la visita ya no es guiada y puedes ir a ritmo pachanga tirando fotos.

Aquí estamos bajo el puente natural que une las dos grandes dolinas colapsadas.



Una pasarela nos lleva junto al río Reka…



…para recorrer junto a él, un tramo subterráneo mucho más corto y menos espectacular que el primero que hemos visto (donde estaba prohibido hacer fotos).



Aun así, y con un poco de paciencia, aun salen fotos curiosas.



Saliendo de la segunda cueva, tenemos un sendero que remonta toda la dolina colapsada hasta llegar al pueblo y de ahí al gran aparcamiento. Fuera de la cueva llueve con ganas....pero bueno, gracias a esa abundancia de lluvias se forman estos sistemas kársticos tan espectaculares.



Totalmente empapados, nos montamos en el coche camino de Ljubljana. Tenemos un par de días de turismo urbano, poner lavadoras y disfrutar de la gastronomía local, antes de la deseada ventana de buena meteo.


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