Desde que bajamos del Pelvoux, el tobillo ha pasado por toda la gama de rojos, verdes y morados. Pero el dolor es bastante soportable con los pies de gato y escalando no sufro demasiado. Esta vez no guardamos reposo y nos vamos a una vía “clásica y simpática” según la guía. Más mantenida y con mejor bajada que la otra que hicimos...
3 Julio 2011
Cogemos el coche y aparcamos a la altura de “la pera” (la Poire en todos los croquis) en la carretera entre Ailefroide y Pré de Madame Carle.
Desde aquí, “sólo” tenemos que cruzar el río para llegar a pie de vía. Pero resulta que tras deambular un rato por los márgenes riberencos, nos damos cuen que no hay puentes, ni troncos ni manera de cruzarlo.
Localizamos una cuerda estática deshilachada de nula confianza que nos hace volver al coche y conducir con el arnés puesto hasta Ailefroide.
Ahora sí, buen sendero que parte del lado bueno del río y que en media hora nos dejará a pie de vía.
Para más inri (no confundir con “quiero más, Ingrid”) hoy es domingo de Julio. Todas las vías a rebosar de gente.
Primer largo por la inconfundible perita blanca.
Pasos de adherencia sobre placa tumbada y antes de acabarse la pera, flanquear a izquierdas y superar un pequeño muro vertical.
A la derecha, una cordada en la segunda reunión de la Cocarde (5c+).
Yóland en los primeros pasos de la vía.
L2: pasos de cuarto al principio para ir perdiendo dificultad e inclinación conforme avanzamos.
Montamos reunión reunión antes de alcanzar la canal por la que rapelaremos.
Para evitar el roce de las cuerdas, cruzamos esa canal y montamos la R2bis justo debajo del paso de 5c del largo 3.
L3: paso duro nada más salir de la reunión. Algo físico pero bien chapado.
Después, con tendencia a derechas con pasos entretenidos de adherencia.
L4: otro de los largos bonitos del día.
Pasos de adherencia de 5b y una zona vertical y con buenos cantos al final del largo.
Paso raro antes de llegar a la reunión.
En la R4 sufrimos en carnes vivas la masificación de la vía. Coincidimos en la reunión con un niño de 8-9 años que asegura a un adulto. Junto al niño, una niña de su misma edad. Se les ha liado la cuerda y no hay manera de desliarla. Más de media hora hasta que conseguimos que continúen con la escalada.
L5: pasos de 5a, hasta salir a una zona más tumbada. Me salto una reunión intermedia (la cordada de niños se ha salido a la línea de rápeles de la izquierda) y tiro a tope de cuerda hasta la siguiente reunión.
Yolanda saliendo a la zona fácil (pero con alejillos).
Vistazo general del L5, con la solicitada línea de rápeles a la izquierda.
En la mini travesía de antes de la R5. Detrás la carretera donde aparcamos esta mañana y el incruzable río.
El último largo (L6) rodea ése espolón por la izquierda para encarar un muro vertical con canalizos y presas romas (5b).
Yolanda en la R5.
Fin de la vía casi a las 17:00, descalzamiento y a esperar a que se despeje ésto.
En mi reunión hay cuatro personas y en la del primer rápel (a 3 metros a la izquierda de la R6), otras cuatro personas esperando para rapelar.
Aun quedan dos horas para que cierren el súper pero ya no tengo claro si llegaremos a tiempo o no.
El segundo rápel nos deja en la canal de piedra suelta que corta la pared.
Tercer rápel. Cuidado con las piedras que tiremos o con las que nos puedan tirar.
Cuarto rápel. Desde la punta de la pera blanca, hasta el suelo. Ojo: 60 metros justos, según por donde tiremos la cuerda.
A las 18:45 tocamos suelo firme. Habíamos dicho que la aproximación era media hora y que el súper cierra a las 19:00.
Inexplicablemente, el cojo llega a tiempo y consigue su botín.
Croquis:
“Ecrins Total”, vía nº5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario