Depués de la paliza de la Taillante, nos bajamos de las altas montañas e iniciamos el lento retorno a las españas. Primera parada en las Gorges du Verdon.
Lugar mítico a nivel mundial, con una caliza perfecta que vivió la eclosión de la escalada deportiva de los años 80 y por donde paseaban pandero ilustres como Patrick Edlinger o la gran Catherine Destivelle.
Tras dos días sin catar ducha, acaecemos en el chalet de la Maline (refugio del C.A.F.) a las 16:00 y sin haber comido.
Los guardas (muy educados ellos), nos dicen que no abren (¿?) las duchas hasta las 17:00 y que no hay cocina libre. Toca comer en el parking entre dos coches y hacer tiempo para la ducha. Aquello más que un refu es un bar con terraza panorámica con buenas vistas. Disponen de croquis de la zona.
7 Julio 2011
Nos pegamos un buen madrugue para evitar el calor veraniego y a las 7:45 ya estamos en el mirador de Maugué (Belvédère du Maugué) listos para dejarnos caer por el empinado sendero que nos lleva al fondo del cañón.
Falaise de l’Imbut, vamos bien.
Los primeros rayos de sol iluminan las Gorges du Verdon. No hay nadie y todavía hace algo de fresca.
El sendero (bastante evidente) va por sitios por los que no llevarías a tus sobrinos pequeños. Menos mal que con la vegetación no se aprecia bien el patio.
Tramo con cuerda fija quitasustos en una pequeña vira ascendente.
Momentos de reflexión y de no resbalarse.
Ya con el rumor de fondo del río, destrepamos unos metros más verticales
y nos encontramos con el graffiti de pie de vía. Contar con una hora desde el coche.
No hay que llegar al fondo del cañón y nuestra vía va por el espolón que quedaba a la derecha del sendero.
Panorámica de tres fotos, para que quepa toda la “inmensité”.
Primeros metros de la vía: toda chapada con parabolt, aunque viene bien llevar croquis para algunos largos nada evidentes.
L1 (4b+): paso raro al principio del largo, para acabar por un diedro-chimenea algo terroso.
Reunión en buena repisa con buenas vistas. Por el sendero de bajada, pasan dos niños con un adulto con cara de venir a nuestra vía.
Yóland acabando el L1.
L2 (4a): evidente y por buena roca al principio.
Ojo porque la reunión está bastante a la izquierda de la arista-espolón por el que veníamos.
L3 (4b+): seguimos con tendencia a izquierdas, hasta encontrar un muro con buenas presas y volver de nuevo al filo con una travesía a derechas.
Yóland en el “nido de águilas” de la R3.
L4 (4b): pequeños muros verticales con buenas presas, cortados por repisas.
En las reuniones coincidimos con el niño de 10 años que asegura a su padre y a su hermana de 6-7 años (!!!!).
L4bis: 10 metros andando hasta una brecha donde montamos reunión.
L5 (4b+): otro largo revirado, que empieza hacia la derecha y que acaba bastante hacia la izquierda.
L6 (4a): largo corto que supera un pequeño muro vertical. Tan corto que Yóland se pasa la reunión y tenemos una agria polémica. La cordada de niños aprovecha la coyuntura para pasar en ensamble, con zapatillas y sin asegurar. En esos momentos te sientes como un gran alpinista y escalador.
L7 (3b): la cosa pierde “verticalité” y esto parece más una arista que una vía de escalada. Fácil como para ir con zapatillas (zapatillable).
L8, L9: más de lo mismo. Arista casi horizontal, pequeños resaltes de escalar y buenas vistas.
L10 (4c): el paso duro de la vía (que no llega a Vº), está nada más salir de la reunión.
Dos apretoncillos para superarlo y salimos a una zona muy fácil que nos deja a escasos metros del sendero por el que hemos bajado.
Fin de la vía a las 12:50.
Contentos por haber escalado en el Verdon, pero no es una vía demasiado recomendable. Muy Herbetta (leáse matojera) y bastante discontinua, más parecida a una arista que a una vía de escalada. Si tuviéramos los huevos gordos hubiéramos intentado la vía Les Dalles Grises (250 m, V+).
Los croquis afrancesados que llevábamos:
Con los calores nos vamos a ver las sublimes vistas del Point Sublime y a bañarnos en esas pozas turquesas que asoman abajo.
Por la noche localizamos un camping municipal en la parte Oeste de la Palud sur Verdon, que por 5€ por persona nos pareció mejor que los 10€ por persona del chalet de la Maline.
El Lac de Sainte Croix, donde el Verdon deja las paredes de escalada y se apachanga convirtiéndose en un lago de los de alquilar kayaks y patinetes.
Al día siguiente, más carretera y manta rumbo a Vingrau y Tautavel. Pero eso será en el siguiente capítulo...
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