A las 18:30 nos vamos con la música a otra parte. Nuestro plan A, con su vivac, sus tresmiles, sus 13 largos de escalada y su paliza de desnivel, se ha ido al garete.
De paseo por Sallent, el eterno plan B se convierte en el mejor plan A para el domingo. Queremos una matinal atractiva, entretenida y con buenas vistas.
25 Septiembre 2011
En otoño, la urbanización de Formigal es un pueblo fantasma. Aparcamos todavía de noche junto al hotel Meliá (cerrado?) y salimos andando por la pista de tierra que hay justo detrás. 7ºC, somos muy frioleros y el plumas no sobra.
Hay que rodear toda la muralla del Foratata hasta llegar a un collado que nos permite pasar a la cara norte.
Siguiendo un PR y mientras las vacas se quitan las legañas, vamos ganando metros.
Los gigantes de la zona asoman la cabeza: Punta Escarra, Collarada y Pala de Ip.
Llegando al collado, al fondo Peña Telera.
Una vez en el collado cambiamos de vertiente y de vistas.
Ahora los que asoman son el Arriel, el Palas y el Balaitous-Frondiellas.
Siguiendo mojones el camino no tiene pérdida.
Ya estamos al sol y vemos el objetivo del día a lo lejos.
Sin ganar apenas desnivel
y después de un pequeño destrepe nos vamos acercando a la parte entretenida.
Justo antes de entrar en la sombra, paramos a picar algo y a colocarnos arnés y casco. Dejamos la mochila que nos sobra en unas rocas cercanas.
A la vista de los croquis, la mejor opción (con mejor roca) parece la de los dos largos de IIº. Gabi ya nos “desrecomendó” en su día la ruta que utilizó él, así que cogemos el camino que sale a la izquierda en busca del corredor de piedra suelta.
Flanqueo fácil con rastros de sendero,
hasta ponernos en la vertical de la brecha con bloque empotrado.
Y el bloque empotrado se pasa bien trepando por la derecha (IIIº).
Después del bloque, el corredor tiene hondonadas de piedras sueltas (casco y precaución con no tirar ni que nos tiren piedras)
Una vez en el collado, ya tenemos a nuestra izquierda la pared que hay que trepar.
Por esa fisura diagonal haremos el primer largo (IIº+).
Hay quien lo hace a pelo (por ejemplo la cordada que venía detrás) pero viene bien llevar 4-5 empotradores, algunos lazos y el friend nº 0,75.
Con eso y 3 o 4 expreses iremos sobrados (opinión subjetiva, personal-intransferible y exenta de toda responsabilidad).
Reunión en dos clavos.
Secuencia de Yóland en el L1.
En el segundo largo se anima a ir de primera.
Muro de IIº en el que hay que ir buscando la reunión en la arista de la derecha.
Reunión en espit+bloque. Desde esta reunión haremos el primer rápel de bajada.
Ahora el terreno suaviza un poco, salimos en ensamble largo
y pasamos a cuerda corta cuando las dificultades decrecen.
Rollo guía suizo, a pocos metros de llegar a la cumbre.
Cumbre del Foratata (2.341 m.)
Comemos algo, disfrutamos de las vistas y nos vamos para abajo antes de que se forme cola en los rápeles.
Hasta el primer rápel, bajamos encordados y con precaución. Nos cruzamos con José y Vica, compartimos amigos comunes y compartiremos parte del descenso.
Primer rápel de 20 metros, hasta un pino que hay en la vertiente contraria a la de subida.
Segundo rápel, del pino al collado.
El tercer rápel nos evita el destrepe del bloque empotrado.
Detalle del rápel.
Y para abajo mientras nos caen piedras de la cordada de franceses.
Pasado el rápel nos cobijamos a la izquierda, fuera de la trayectoria de los pedruscos, hasta que bajan José y Vica. Pequeño flanqueo y en un par de minutos estamos al sol en el cómodo sendero de bajada.
Comentamos la jugada, las buenas sensaciones que deja el Foratata, el desgraciado accidente de hace un par de días (del que no teníamos constancia) y nos despedimos con la esperanza de volver a encontrarnos por el monte.
El descenso al coche no tiene ningún misterio. Iremos por el mismo camino por el que hemos subido.
Las vacas, más despiertas que esta mañana, se dedican al lesbianismo en plena época de celo.
La típica foto de la Foratata desde el embalse de Lanuza.
Mapa de la zona:
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